Los cabaneses regresan a sus «vellas escuelas»

Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Más de un centenar de vecinos acudieron ayer a los actos de Borneiro

30 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las pizarras, los tinteros, los ejemplares de la Enciclopedia Álvarez, los mapas en los que aún se puede leer Castilla la Nueva y las varas -que igual servían para señalar algo que para corregir a los alumnos más inquietos- regresaron ayer a la escuela de Borneiro junto con una avalancha de alumnos de todas las edades. Y es que ese recinto cabanés fue el escenario escogido por el Concello para inaugurar el ciclo de actos que, bajo el nombre de As Vellas Escolas de Cabana de Bergantiños desarrollará hasta finales del mes que viene.

Aprovechando la puesta de largo de la unitaria de Borneiro tras las mejoras acometidas con cargo al Plan E, el Ayuntamiento hizo sitio en el inmueble a una exposición sobre las antiguas escuelas de mediados del siglo pasado -cedida de forma temporal por el Museo Pedagóxico de Galicia- e invitó a todos los vecinos a disfrutar de una jornada marcada por la emotividad y el recuerdo.

El centenar largo de personas que se sumaron a los actos disfrutaron -niños y adultos por igual- recordando cómo era la escuela décadas atrás y reviviendo momentos de la infancia a través de una cuidada presentación de fotografías preparada por los responsables del Departamento de Cultura y que fue seguida con tanta atención como emoción, además de numerosos comentarios de sorpresa, por los presentes.

Imágenes y anécdotas

«Despois de tanto tempo, regresamos as escolas da nosa parroquia», dijo Silvia Losada - encargada de presentar el acto- antes de rememorar las anécdotas recuperadas conversando con los vecinos. Así, explicó que la profesora de Anos castigaba a los alumnos obligándolos a transportarles las cosas hasta la parada del autobús y que en Dombate y Sinde los maestros se inclinaban más por el clásico «de rodillas cara a parede».

«Non podemos avergonzarnos da nosa memoria, por moi duros que fosen aqueles tempos», recordó poco después el director xeral de Educación, José Luis Mira al explicar algunos momentos de su infancia. Al igual que él, el subdelegado del Gobierno, el malpicán José Manuel Pose Mesura, abogó por recuperar algunos valores educativos ya olvidados. «Eu non tiven o luxo da Escola Nacional -señaló-, senón que tiven a escola privada da época. O meu primeiro mestre era o taberneiro», apuntó Pose Mesura dando pie a que el alcalde, José Muíño, señalase que «menos mal que non tiveron moitos mestres nin boas escolas, mirade o ben que aprenderon».

A continuación, el protagonismo regresó a los profesores, puesto los que pasaron por Borneiro en las últimas décadas recibieron una pizarra conmemorativa: Carmen López González -la más veterana-, María José Mariñas Gómez, Antonio Estraviz Segret, Rocío Toba Novo, Pilar Rama Martínez -actual profesora del centro-, Rosa María Suárez Trigo -directora del CRA Os Remuíños- y Francisco Abella Cruz (director del CPI As Revoltas). También hubo pizarras para Pose Mesura y Mira Lema, y este recibió además una de las fotos que forman parte de la exposición y en la que se le puede ver durante su época escolar. Una chocolatada, como en la que en tiempos preparaban las profesoras en algunas fechas festivas, puso punto final a la jornada de ayer, aunque no al programa de actos,

Hoy, en Canduas

Hoy, el local social de Canduas acogerá (a partir de las 18.00 horas) una sesión similar -salvo la recreación del aula- en la que habrá de nuevo un recorrido fotográfico por las vellas escolas, juegos, chocolatada, y el homenaje a los maestros de la parroquia, excepto a Olga Varela Amado (profesora de Sinde) que ya recibió su pizarra ayer.