El documento de inicio de la revisión del PGOM remitido a la Xunta avanza cuáles deben ser las actuaciones prioritarias, desde el punto de vista urbanístico, para configurar el Carballo del futuro. Para los actuales representantes políticos hay tres prioridades: el crecimiento sostenible de la zona costera, el desarrollo del sistema general viario para completar la trama urbana y la creación de una gran área de ocio y deporte en el Bosque do Añón.
El proyecto entra en algunos detalles de la ordenación urbanística, pero, sobre todo, traza las grandes líneas de actuación. Llama la atención la presencia de algunos proyectos que en su momento dieron lugar a un gran debate político, e incluso social, y cuya ejecución, sin embargo, no parece viable a corto o medio plazo. Así, el puerto deportivo de Razo y el parque natural de Santa Lucía figuran entre las «actuacións programadas», en tanto que el campo de golf o el hospital comarcal aparecen como «obxectivos a cumprir sen localización definida».
La franja costera adquiere un protagonismo especial en el avance del PGOM. En el planeamiento vigente desde el 2003, la ordenación del litoral quedaba supeditada al desarrollo de los planes especiales de protección del entorno de la laguna de Baldaio y de infraestructuras de Razo y Pedra do Sal. En la revisión, sin embargo, se apuesta por una «ordenación detallada» basada en la protección medioambiental y en un desarrollo residencial y turístico controlado. «Preténdese dar unha solución unitaria ao marco territorial da totalidade da costa dende Razo ata Baldaio, de forma -expone el documento- que se dote dun tratamento integral e pormenorizado ao ámbito costeiro, actualmente sen ordenación».
Entre los objetivos concretos destaca la preservación del borde marítimo mediante una serie de actuaciones consensuadas con la Demarcación de Costas, entre ellas la reubicación del campo de fútbol de Razo y la eliminación del tráfico rodado de los bordes de los taludes. Esta medida, de hecho, ya se planteó a raíz de los desprendimientos de los últimos meses, y el gobierno carballés se comprometió a negociar con propietarios de terrenos próximos las cesiones necesarias para modificar el trazado de la pista que conduce desde la playa hasta el puerto.
Los planes especiales de los núcleos costeros también tendrán en cuenta el crecimiento residencial, al igual que la demanda de usos hoteleros o de servicios, para lo cual se delimitarán tanto áreas de suelo urbano como urbanizable. Además, el PGOM resuelve que los sistemas generales se obtendrán mediante la adscripción de suelo a los ámbitos de desarrollo y con la adquisición por parte del Concello de Carballo de las zonas no imputables a los agentes privados.
El río constituye el otro gran elemento a proteger. El PGOM prevé una actuación en la zona del Bosque «que dotará ao núcleo de espazos libres nas beiras do río Anllóns e área deportiva, e que dá continuidade á malla urbana por medio do desenvolvemento dunha área residencial». En concreto, sigue en pie el proyecto urbanizador del Agra da Lagoa, que fue tan polémico cuando la Xunta se propuso llevarlo a cabo mediante el sistema de expropiación, y que pese al interés que mostraron algunos de los propietarios en desarrollarlo por su cuenta, parece definitivamente aparcado.