Las lluvias provocaron un goteo de salidas de vía en la comarca durante toda la jornada de ayer
CARBALLO
Un aparatoso accidente ocurrido ayer de madrugada en Paiosaco (A Laracha) se saldó con tres jóvenes heridos que fueron trasladados al Chuac. El Seat Ibiza en el que viajaban se salió de la calzada tras un adelantamiento y dio vueltas de campana a lo largo de 300 metros, llevándose por delante señales y postes.
La de Paiosaco fue la primera, pero no la única salida de vía de la jornada. La lluvia dejó muy resbaladizo el firme de las carreteras, lo que propició varios accidentes. Dos de ellos se produjeron en la AC-552, con otros cuatro jóvenes implicados, aunque todos ellos salieron ilesos.
El primero se registró poco después de las once de la mañana en A Piolla (Nantón-Cabana), y el protagonista fue un joven conductor que perdió el control de su vehículo, un Chevrolet Aveo (matrícula 5216-GHH) cuando viajaba en dirección Fisterra. El coche dio varias vueltas de campana tras colisionar contra un árbol y finalmente quedó volcado en mitad de la AC-552. El conductor consiguió salir del interior del turismo por su propio pie y, aunque no presentaba ninguna herida visible, se quejaba amargamente del estado en el que había quedado su vehículo.
Los primeros en auxiliarlo, además de otros automovilistas que a continuación pasaron por la zona, fueron los agentes de la Guardia Civil que también circulaban por la comarcal.
Pocas horas después, a las 14.45, la AC-552 fue el escenario de otra salida de vía. En este caso se registró en las curvas de O Carrizal, en Coristanco. El vehículo implicado, un Peugeot 106 con matrícula C-1876-BY, estaba ocupado por tres jóvenes de Cee que se dirigían a A Coruña. Según manifestó el conductor, no iba demasiado rápido, pero perdió el control porque la carretera estaba mojada.
Ese pudo ser el motivo de otro accidente ocurrido por la tarde en Entrecruces (Carballo) que se saldó con dos contusionados. Poco antes de las nueve, otro turismo se salió de la calzada entre Pazos y A Bugalleira (Ponteceso). Sus ocupantes, que, al parecer, regresaban de una boda, salieron por su propio pie.