A finales de agosto del año 2000, hace poco más de diez años, los máximos responsables de la empresa Ferroatlántica, la Consellería de Medio Ambiente, el Concello de Dumbría y Neria inauguraban la apertura dominical de la cascada del río Xallas en O Ézaro. Desde entonces, a partir del mediodía de todos los domingos del verano y de los principales festivos del año, todos los que lo deseen pueden admirar un espectáculo único en Europa. En agosto del 2006 comenzó la apertura de los sábados por la noche, todo un espectáculo de agua y luz.
Desde entonces, la afluencia no ha dejado de ir a más. Es uno de los principales atractivos turísticos de la Costa da Morte y, posiblemente, de Galicia. Los accesos han mejorado, se ha construido una pasarela de madera y un graderío que sustituyó a la antigua balconada, que se llevó por delante un temporal.
Este verano del 2010, que aún no ha terminado, ha sido, sin duda, el de mayor afluencia de visitantes de esta década de aperturas. El alcalde, José Manuel Pequeño, lo tiene claro: «Tivemos máis xente ca nunca».