Castillos de arena para los pequeños artistas de Malpica

Katy Lema CARBALLO/LA VOZ.

CARBALLO

La décima edición del concurso contó con un centenar de participantes

28 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Mucho tiempo atrás, los egipcios ya utilizaban la arena para proyectar sus majestuosas pirámides. Ayer, unos cuantos siglos después, decenas de personas participaron en la décima edición de Concurso de Barcalas e Castelos de Area en la playa de Area Maior de Malpica. En esta ocasión, con una intención un tanto americana por aquello de sacar partido a la arena mojada con tan solo un poco de imaginación.

Desde las once de la mañana, una multitud de personas, niños en su mayoría, se inscribieron en la particular competición y, sin pensarlo ni un segundo, se lanzó al arenal. Allí se instaló una zona acotada a modo de oficina de trabajo, donde un leve orvallo sirvió de ayuda para convertir la arena en arte.

La creatividad se expresó de múltiples formas, por parejas, entre amigos o en familia; todos, cerca de un centenar, dejaron volar su imaginación. Pocos eran los adultos que se animaron a participar, y ninguno lo hizo solo. En sus papeles de padre o de tía acabaron trabajando para los más pequeños.

La actividad finalizó a eso de la una y media, aunque muchos ya habían terminado antes, y otros, como Xavi, preguntaban ansiosos la hora del veredicto. Pasadas las dos de la tarde, el alcalde de Malpica, José Ramón Varela Rey; la concejala de Cultura, Dolores Fariña, y una representante de la entidad de Amas de Casa se encargaron de repartir los premios: un trofeo y 150, 100 y 50 euros, respectivamente. El veredicto del jurado hizo que recayesen de la siguiente forma: Rinoceronte , obra de cinco jóvenes de entre 13 y 15 años. Una de ellas, María Fabelo, recuerda haber participado en el concurso desde que tenía tan solo tres años. El segundo premio fue para Carlou , una concha de mar hecha en familia por los Chouciño Veiga. La categoría absoluta terminó con la entrega del tercer premio para Tortuga xigante , una obra hecha por Charo Alfeirán y las hermanas María y Raquel Tejeiro, anteriores premiadas del concurso y que participaron por primera vez hace seis años.

En referencia a los premios especiales, los siete creadores de A tortuga galápaga recibieron el mérito por parte del público, mientras que el galardón a la mejor barcala recayó en un grupo de niños de nueve, diez y once años. Andrea Gómez, nombrada como líder del grupo, aseguró que «é moi divertido e fai falla moita imaxinación». El público infantil también fue recompensado, y en este caso Crisli Rana fue la elegida.

Sin duda, el arenal malpicán vivió una intensa y divertida jornada en la que los más pequeños sorprendieron con esculturas de arena con formas que iban desde una pirámide hasta una esfinge. De nuevo volvemos a Egipto. Todo cobra sentido en la Festas do Mar de Malpica.