02 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.
La Festa da Praia de O Ézaro cerró ayer con un enorme éxito de público tres días de celebraciones con el arenal como principal protagonista, pero no el único. Nunca como este año (y acaba de cumplir 25) se dieron cita tatos jóvenes en la parroquia marítima de Dumbría. La prueba de su afluencia se pudo ver en las acampadas,, las sesiones musicales, las pruebas lúdicas o deportivas o simplemente en los paseos por la localidad. «Foron tres días tremendos de xente», señaló Raúl González, coordinador de la organización, cuyo mayor enemigo tal vez fue el Nordés, que ayer dio un respiro. Tanto en la noche del sábado como ayer a mediodía hubo que cerrar el acceso a la cascada dada la multitud de visitantes.