La Consellería de Traballo e Benestar dio a conocer la disolución de la Asociación de Defensa Sanitaria do Gando Vacún, Unión de Bergantiños. La entidad nació en el año 2001 al abrigo de una convocatoria de la Consellería de Agricultura de la Xunta en respuesta a la crisis de las vacas locas y a los problemas que estaba provocando la fiebre aftosa.
La agrupación presentó sus estatutos en la Consellería de Xustiza poco después de su constitución, el 23 de julio del 2001, y su finalidad era mejorar el nivel sanitario de las explotaciones de leche en la comarca de Bergantiños.
A pesar de que se siguieron todos los trámites, la Xunta nunca llegó a aprobar la asociación que se pasó 9 años sin actividad, aunque durante todo este tiempo estuvo presentando liquidaciones del IVA, aunque fueran negativas. El motivo que es estaba dada de alta en Hacienda, por lo que debía tributar, pero no tenía actividad.
Decreto
Un decreto del 19 de abril del 2001 fue el encargado de regular estas entidades cuando era conselleiro de Agricultura Juan Miguel Diz Guedes. En la normativa publicada el 8 de mayo del 2001 se establecía que «la sanidad animal constituye el factor fundamental para conseguir y sostener un adecuado estado sanitario de los animales que garantice en lo posible una mejora de las producciones y una alta rentabilidad, siendo imprescindible la colaboración del sector ganadero estableciendo programas sanitarios comunes de prevención y de actuación frente a diversas enfermedades, desarrollado por los facultativos veterinarios autorizados».
Para poder formar la entidad era preciso tener un número mínimo de reses, que en el caso de las vacas eran 1.500 unidades de ganado mayor.
Gracias a que en Ponteceso hay una granja con muchos animales fue posible reunir los requisitos mínimos. También se nombró un presidente, que fue Manuel Puñal Garda, en tanto que Jesús Mato Pose ocupaba la secretaría de la entidad.
En realidad, la agrupación era una entidad «constituida por ganaderos para la elevación del nivel sanitario y zootécnico de sus explotaciones mediante el establecimiento y ejecución de programa de profilaxis, lucha contra las enfermedades animales y mejora de sus condiciones higiénicas, que permitan mejorar el nivel productivo y sanitario de sus productos».
Era la Consellería de Agricultura la que debía reconocer cada agrupación, actualizar el censo mínimo y aprobar el programa sanitario, pero eso nunca llegó a ocurrir en el caso de la comarca de Bergantiños.
A pesar de todo ello, la entidad sí existía, y aunque nunca llegó a tener veterinarios asignados ni cumplió con sus objetivos, sí actuó como una asociación legalizada e incluso forma parte de GDR de Bergantiños para el desarrollo del plan Leader.
Sí hay estas asociaciones en otros puntos de Galicia, como Arzúa, y en España, ya que la creación de las entidades se debió al cumplimiento de un Real Decreto de 1996 dictado al amparo de la Ley General de Sanidad.
El caso es que aún no se han perdido todas las esperanzas de poder contar con veterinarios que pongan en marcha programas de prevención de enfermedades en la zona.
El que fue presidente de la agrupación, Manuel Puñal Garda, es ahora responsable de Oriber, procedente de la unión de Coreber, que en 2001 se acababa de fundar, y de la Cooperativa de Ordes. Puñal Garda está, precisamente, intentando tramitar de nuevo la creación de una entidad que tenga como base territorial la misma que las explotaciones asociadas.
Según explicó el presidente de Oriber, las actuales normas facilitan la formación de las agrupaciones, puesto que ya no requieren tener tanto ganado. En este caso, el objetivo sería, sobre todo, coordinar el proceso de saneamiento, entre otras cuestiones.