El Soneira Sociedad Deportiva escribió en Arteixo la página más brillante de su historia: el ascenso a Regional Preferente.
Para conseguirlo, los futbolistas de Manolito repitieron el guión del encuentro anterior ante el Imperátor: acosar hasta el último suspiro para ganar. El aplomo que demostró el conjunto soneirán electrizó a los aficionados y Miguel subió los ánimos hasta lo más alto. Pasaban tres minutos del tiempo reglamentario y la locura se desató en el recinto Ponte dos Brozos.
El partido comenzó con un Soneira controlando el balón, aunque el Atlético Arteixo de Antonio Fernández no quería ser un mero espectador y intentó hacer daño en la zaga soneirana.
Los minutos transcurrían y el conjunto de Manolito llevaba el partido por donde quería: control del balón, toque y más toque y pocas aproximaciones. La más clara fue una vaselina de Vituco, que salió fuera de la portería defendida por el malpicán Suso (min 26) por muy poco. Hubo rápida respuesta de los anfitriones. Ferro probó fortuna, pero su disparo salió fuera de la meta de Fran (min 35) de milagro.
En la segunda parte, el partido no cambió de rumbo hasta que el Atlético Arteixo decidió poner una marcha más con la entrada del peligroso Tato. Antes, cuando tan solo iba un minuto, Javi hizo lucir a Suso (min 46).
Hubo unos momentos en los que el Soneira estuvo noqueado. En esos instante salió la figura del cancerbero Fran. Óscar y Ferro hicieron que el portero se luciese (min 72), Tato volvió a poner a prueba al meta (min 80) y Jairo y nuevamente Tato malograron otras situaciones clarísimas. Sin embargo, una vez más, Fran se convirtió en el jugador determinante al evitar el gol (min 85). Antes de llegar el único tanto del partido, Ferro volvió a poner a prueba las portentosas cualidades de Fran (min 89). En el campo de Arteixo se sabía que el Grixoa iba ganando en A Coruña al Imperátor (1-2) y por lo tanto, de finalizar así, serían los santiagueses los que ascenderían.
Estaban en los minutos de prolongación cuando llegó una jugada provocada por Vituco. La falta la ejecutó con maestría Mario Toja y la remató, de espalda a portería y de cabeza, Miguel. Suso se lanzó, pero no llegó a la cepa del poste por donde se coló el balón.
El campo Ponte dos Brozos fue testigo mudo de la alegría de un equipo que elaboró a base de sus condimentos especiales, la tranquilidad y el saber esperar, la mejor receta que el cocinero Manolito pudo servir a los aficinados.
Después los seguidores del Soneira saltaron al campo y Manolito se desplomó en el banquillo de rodillas en el campo. Lloró, lloró de emoción, para soltar toda la adrenalina que llevaba acumulado durante unos intensos 93 minutos. La Marea Blanca estaba en las gradas. Sus componentes saltaron de alegría. Juan Silva, el presidente más contento del mundo, vagaba por el campo. Los signos de la victoria al cielo y encajando el gran logro que consiguió su equipo en esta histórica campaña 2009-2010.
Vimianzo, con 8.200 habitantes, se codeará con Betanzos, Boiro, Santiago, Mugardos, Flavia, Viveiro, Xove o A Laracha, entre otros, la próxima temporada en Preferente.