En Carballo hay 364 desempleados menores de 25 años. Es una de las cifras más altas de los municipios de la misma categoría, por lo que desde el gobierno local tratan de articular acciones que contribuyan a reducirla. En este sentido, BNG y PSOE expresaron ayer su confianza en las escuelas taller, «nas que sempre se logrou unha altísima inserción laboral», aclaró el alcalde, Evencio Ferrero. La última fue la excepción, ya que, según comentó el director del Centro Municipal de Formación, Juan Lorenzo, en este tipo de proyectos formativos influyen muchas variables, y la crisis ha sido una de ellas. Por el momento, recordó que en épocas de bonanza incluso llegó a plantearse la suspensión de un curso debido a que los alumnos eran contratados antes incluso de terminar su formación y al final solo quedaron cuatro.
Para el teniente de alcalde, José Antonio Viña, el proceso de integración de los jóvenes en el mundo laboral debe ser «bidireccional», en el sentido de que el Ayuntamiento responda a la demanda de mano de obra del mercado y que los empresarios recurran a esos trabajadores. «Esperemos -dijo el alcalde- que a Consellería de Traballo sexa sensible á demanda do Concello e, sobre todo, dos cidadáns, dado o alto índice de paro que temos».
La solicitud de subvención, por un importe de un millón de euros, está formulada y ahora solo hay que esperar la respuesta de la Xunta. El Concello de Carballo pide su colaboración económica para formar a 48 jóvenes menores de 25 años en las especialidades de carpintería metálica y PVC, electricista, instalador de elementos de carpintería, fábricas de albañilería y cantería. Por su parte, contribuirá al proyecto con 288.732 euros.
Los alumnos-trabajadores pondrían en práctica su formación en dos ámbitos. Por un lado, en el polígono industrial de Bértoa, con la construcción de una nave para la brigada municipal de obras. Por otra, con la materialización del proyecto Bosque Animado, que se desarrollaría en los 35.000 metros cuadrados de terreno de los que dispone el Ayuntamiento a orillas del río Anllóns, fundamentalmente en la zona de la antigua potabilizadora de agua. Sería una intervención «respectuosa», en palabras de Evencio Ferrero, para poner en valor el emblemático Bosque do Añón con una zona de esparcimiento, otra deportiva y un espacio para aparcamiento con capacidad para 80 vehículos.