Durante muchos años, en Ponteceso y en la parroquia de Cospindo se habló de la necesidad de articular algún tipo de institución que aglutinase el legado cultural del. escritor Eduardo Pondal e impulsase, como un vivero, nuevos proyectos e ideas. De lo que se habló ayer fue de lo rápido que pasa un año.
Fue también un 13 de diciembre, pero del 2008, cuando se estrenó la sede de la entidad en la antigua rectoral. Y ayer, autoridades, vecinos (muchos), y amigos (todos) lo festejaron con música y palabras, añadiendo a la celebración un recuerdo especial para la recientemente fallecida Anisia Miranda, esposa de Neira Vilas, una pareja muy unida en lo sentimental a la enorme familia que se ha ido formando entorno a O Couto, también en Cospindo. Se acordó de ella ya el cura, en la misa, justo antes de que se celebrase una ofrenda floral ante el monolito en homenaje al bardo, en la que participaron el jefe territorial de Cultura, Manuel Varela; el alcalde de Ponteceso y presidente del patronato de la Fundación; José Luis Fondo; la edila de Cultura, Susana Cousillas, y José María Varela, alma pater de toda la obra.
Sonó después mucha música, los diferentes himnos de Galicia. Presentaron todas las actividades realizadas durante este año, hasta recordaron la vinculación que Manuel Varela tuvo con el pueblo, como demuestra la foto que le entregó la vecina Carmen Pérez Lema, en la que aparece en un partido.
El Coro Oliveira volvió a acordarse de Anisia en su actuación. Cantó Ai amor , letra de Neira Vilas, y A Rosalía , de Curros. Completó el acto alguna pieza de música tradicional y unos pinchos de jabalí: los donó la sociedad de caza (Pondal, se llama) y los preparó Juan Mato, el cocinero del Artabria.