Problemas legales frenan las obras de varios cementerios de la comarca

E. E.

CARBALLO

19 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los proyectos de ampliación de al menos cinco cementerios de la Costa da Morte están encontrando distintos problemas para que se realicen las obras. En unos casos se trata de trabas urbanísticas, en otros, de falta de terrenos y en otros de enfrentamientos vecinales.

En Corcubión es necesaria la construcción de un nuevo cementerio. Resulta imposible, explica el alcalde, Francisco Javier Lema, ampliar el actual y la única salida es adquirir una parcela donde construir otro. Actualmente ya no hay nichos disponibles. El Ayuntamiento conserva tres o cuatro para emergencias y algunos particulares que tienes espacios disponibles se los ceden a quienes los necesitan. Pero apenas hay sitio para más. El alcalde aclara que hay entre 50 y 60 peticiones de nichos que no se pueden atender.

En esa situación el Ayuntamiento busca terrenos para un nuevo camposanto. Hace más de un año se negoció con el dueño de una parcela, pero la negociación no llegó a buen puerto. Ahora el gobierno local trata de hacerse con un terreno en la zona de San Andrés a O Vilar, pero por el momento no se ha comprado nada.

El retraso en Corcubión no es el único. También en Laxe necesitan un cementerio, pero las intenciones municipales llevan años chocando contra la realidad de las normas urbanísticas. El Ayuntamiento quiere construir un nuevo camposanto municipal al lado del que ya hay en la zona de A Baleeira, en el monte de A Insua. El actual no es susceptible de ampliación. Sin embargo, el escollo con el que se topan en Laxe es que el suelo está dentro de la Red Natura. Pese a todo, fue aprobado inicialmente en el PXOM y denegado después por la Xunta. Ahora, explica el alcalde, Antón Carracedo, están pendientes de una modificación de las normas que permita edificar el camposanto. Aunque la zona saliese de Red Natura, todavía habría que contar con los permisos de Costas.

En Moraime (Muxía) las obras de otro cementerio llevan años de retraso. Hubo problemas, recuerda el alcalde, con el constructor que inició el proyecto. Otro se encarga actualmente de intentar sacarlo adelante.

En Fisterra destaca el caso del cementerio diseñado por César Portela. Más de una década después de su construcción, sigue sin estrenarse.

El caso de Baíñas es distinto. El nuevo cementerio lo lleva una asociación, San Antolín, que ayer cambió de directiva para tratar de arreglar varios problemas de gestión detectados en los últimos tiempos desde un sector de la entidad.