La romería de la Barca es una de las más concurridas de Galicia. Más de cien mil personas visitaron Muxía el pasado fin de semana.
- ¿Incrementan los equipos de limpieza en los festejos?
- Cada año tenemos que contratar a más personas. Limpiar los restos de A Barca supone un esfuerzo económico importante para el Concello. No sólo por los sueldos, sino también por el material que necesitamos para que las calles recuperen su aspecto habitual.
- ¿Cree entonces que se debería prohibir el consumo de alcohol en las calles?
- En concentraciones importantes va a ser difícil hacerlo. Las autoridades no darían abasto. Pero sí se deberían evitar situaciones como las del pasado fin de semana en Muxía, con restos de basura en cualquier rincón.
- ¿Le parecen adecuadas las medidas que pretende tomar la Consellería de Sanidade para evitar que los menores consuman alcohol?
-Me parecen positivas, pero habría que complementarlas con vigilancia y control.