El año pasado decenas de jóvenes de Malpica se lanzaron al mar en lachas de goma hinchables e incluso flotadores para ofrecer a la Virgen del Carmen una comitiva digna. Fue su particular y divertida forma de protestar contra las medidas de seguridad impuestas por el Gobierno y que provocaron la suspensión de varias procesiones marítimas en toda Galicia. La prohibición de subir a los barcos a personas ajenas a la tripulación desanimó a los armadores de la localidad y obligó a pasear a la Virgen a bordo del catamarán Rías Altas Dos , al tiempo que deslució el acto central y más tradicional de las Festas do Mar.
Sin embargo, este año las aguas volvieron a su cauce y la Virgen del Carmen tuvo ayer en Malpica la procesión que merecía. Medio centenar de barcos pesqueros y lachas de recreo se hicieron al mar en una exitosa y colorida marcha marítima en la que además de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Ramón Varela Rey, también participó, como en ocasiones anteriores, el subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura.
La Reina del Mar llegó puntual a su cita con los marineros y a las cinco y media embarcó en el Tania Segundo . Abriendo la comitiva, con el pendón, se situó el Eugenio Tercero y el resto de la flota partió inmediatamente después, salvo media docena de pesqueros cuyos armadores prefirieron dejarlos amarrados. Los vecinos pudieron subir sin problemas a las embarcaciones que, sin embargo, y por seguridad, no fueron tan llenas como en años anteriores, así que muchos turistas tuvieron que contentarse con seguir la procesión desde el puerto.
Los que sí pudieron embarcar tuvieron que hacer frente a un fuerte oleaje, que provocó algún que otro mareo entre los navegantes menos experimentados y que propició, además, que la comitiva no se alejase en exceso de la zona portuaria.
Con todo, la jornada fue un auténtico éxito que se completó con una misa solemne por la mañana, que estuvo cantada por la Coral Polifónica de Malpica. Al término de la eucaristía volvió a sonar la música de la orquesta Delirio, que también animó la verbena del sábado. Ayer, de los bailes de la noche se encargó Tango, cuya actuación amenizó la espera de una fantástica sesión de fuegos artificiales.
Las fiestas, a las que un año más asistieron miles de visitantes, no estuvieron exentas de problemas, la mayoría causados por el exceso de alcohol. Esa fue precisamente la causa por la que un joven de 20 años vecino de Nantón (Cabana) tuvo que pasar la noche del sábado en el calabozo. El chaval fue detenido después de enfrentarse a varios agentes de la policía local.