Viaje al pasado por la animada capital de los productos del mar

La Voz

CARBALLO

09 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A las doce de la mañana, el escritor muxián Rivadulla Corcón daba ayer, con un «gozade irmáns desta festa», el pistoletazo de salida al Mercado das Rutas do Mar de Muxía. Lo hacía después de reivindicar la figura de la Pedra dos Corvos y el carácter marinero de la localidad, la imagen de las gamelas en el puerto, pero también la vertiente más literaria, con las figuras de López Abente o la de su propio padre, Enrique Rivadulla, uno de los precursores en el uso del topónimo Costa da Morte.

A las palabras del poeta siguió la música de las gaitas de Laxe. Con ellas los cientos de visitantes que ayer se acercaron a Muxía empezaron a tomarse al pie de letras las recomendaciones de Rivadulla Corcón. Y gozaron de la fiesta, porque había mucha.

Toda la calle Real se llenó de puestos, muchos de ellos de artesanía y otra gran parte dedicados a la gastronomía. Muchos vecinos se animaron a poner el propio. Había tortillas y pasteles, pero sobre todo había productos del mar. Grandes fuentes de navajas, nécoras en cestos, cigalas cocidas, pulpo de la ría y otras delicias de las que dieron buena cuenta vecinos y visitantes.

Las compras, la música y la gastronomía se combinaron en Muxía con el teatro. Desde primera hora hubo representaciones en la calle -también de una formación local- recorriendo el mercado y con un curioso Neptuno sobre zancos repartiendo versos y premoniciones agarrado a su larguísimo tridente.

La animación volverá a ocupar hoy, por segundo y último día, las calles de la localidad, con un fin de fiesta de cerdos al espeto en el puerto.