El San Xoán llegó a Carballo a ritmo de rock and roll

Juanjo Vales

CARBALLO

Un buen número de espectadores bailó hasta altas horas en la plaza del Concello

21 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Casi con puntualidad inglesa empezó el Rockin' Praza en la tarde-noche del viernes. Los primeros en subirse al inmenso escenario de la plaza del Concello fueron los carballeses Killer Cats. También fueron los encargados de romper el hielo que siempre se presenta al principio de un macroconcierto. Y con sus sonidos rockabilles de toda la vida, repasando temas de Elvis Presley y los Stray Cats, parece que lo consiguieron. Poco a poco se acercaba el público, que no dejó de aumentar según pasaba la noche. La actuación de la banda más novata del cartel dejó buen sabor de boca.

El segundo grupo en subir al escenario fue el de los santiagueses Samesugas. Ritmos contundentes y guitarreos saturados calentaron más la situación en la plaza del Concello de Carballo. Por algo están entre las mejores bandas de punk-rock de Galicia. Fueron casi cincuenta minutos de frenético rock and roll, ya que, al igual que hacían los míticos The Ramones, ni respiraban entre canción y canción.

Rondaban las agujas del reloj las once y media de la noche cuando comenzó sobre el escenario una de las actuaciones más esperadas. Roy Loney y Señor No mostraron sus galones y tablas sobre los escenarios de todo el mundo, ofreciendo en Carballo una nueva lección de cómo tocar y cómo hacer levitar a muchos de los fieles seguidores que Roy Loney arrastró hasta la villa en la noche del viernes. No hay que dejar de lado que Roy Loney no vuelve a cumplir dieciocho años. El 13 de abril celebró sus 63 primaveras. Pero en el escenario no importa la edad, importa la actitud, y de eso va sobrado.

Cerraron la noche los neoyorquinos Chesterfield Kings. Simplemente espectacular lo que se vio sobre el escenario. La banda cumple treinta años sobre los escenarios en este 2009. Sonido garaje total, y en ocasiones daba la sensación de estar ante los mismísimos Rolling Stones. Greg Prevost, líder de la banda, llegó a encaramarse por uno de los postes del escenario hasta la carpa que lo cubre, a unos siete u ocho metros de altura, y sin dejar de cantar. Globos gigantes y kilos y kilos de confeti fueron el apoyo visual a una actuación que puso el punto final a la segunda edición del Rockin' Praza. El festival solo necesita consolidarse. Y, sin duda, será un referente del rock en España.