El Parlamento gallego insta al Gobierno central a reforzar el servicio de vigilancia aduanera que se encarga de proteger el litoral de la zona contra el narcotráfico.
La iniciativa partió de una proposición no de ley del diputado del PPdeG, Jose Manuel Balseiro, relativa a la lancha de vigilancia que tiene su base en Ribadeo y que, según señala, ha estado «siete meses inoperativa». El Ejecutivo ya se ha comprometido a sustituirla la próxima semana para cubrir el servicio durante los tres meses que durará su reparación. El diputado popular considera «excesivo» este plazo y anuncia que su grupo seguirá reclamando «un esfuerzo permanente para el litoral lucense».
Las deficiencias a las que hace referencia Balseiro no afectan únicamente a A Mariña, porque la carencia de medios en ese punto obliga a la patrullera de A Coruña a desplazarse más al norte, con la consiguiente merma de la cobertura en la Costa da Morte, que carece de base propia, pese a ser una de las zonas preferidas por los narcos para realizar los desembarcos, como se ha demostrado con los últimos alijos incautados en Muxía.
Cerca de la jubilación
Más allá de las limitaciones materiales, el problema fundamental de la vigilancia aduanera es el envejecimiento de los trabajadores que atestiguan las propias tripulaciones y recalca el BNG. El portavoz nacionalista de Pesca, Bieito Lobeira, señala que el 4% de los 184 funcionarios destinados en la comunidad sobrepasa los 40 años, por lo que se encuentra en un proceso «muy cercano a la jubilación». Lobeira instó a Balseiro a buscar una proposición más de conjunto que tenga en cuenta las base de Marín y la de Muros (que da cobertura a la zona) porque tienen problemas similares.