Danza, música, literatura

Harry Dorial redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

03 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres artes arriba y en el texto, ya pocas nos quedan de las seis clásicas: escultura, arquitectura y pintura. Estas tres, para otro día. De la danza poco más les puedo contar de lo que, en días anteriores y hasta hoy mismo, les ha ido relatando mi compañera y sin embargo amiga Luisa Gutiérrez. Tenemos Carballo convertido en un inmenso escenario de danza, les juro que en mi vida había visto tanta junta. Así que, para contar, acaso ese taller desarrollado en el Pazo da Cultura de Carballo, donde, como podrán apreciar, los participantes practican con globos multicolores. Plásticamente, la imagen es bella. Más allá, no sabría opinar.

¿Y de la música, que podríamos contar? Yo, hoy, poca cosa, salvo recomendarles a Diana Navarro , pero a la artista ya la conocerán. Digo yo. Menos mal que mi amigo Quico Balay está en todo y ayer se encontró en Carballo con dos leyendas de la historia del pop español: Aviador DRO. Seguro que la Diana les suena más. Tal y como me lo dijo, se lo traslado yo. Y dice así:

¿De qué se alimentan El Aviador Dro y sus Obreros Especializados? ¿De aceites industriales, metales pesados, desechos nucleares?? Definitivamente, no. Los pioneros del tecno pop en España gustan de viandas más prosaicas, como puede certificar Zurdo , cocinero de la tasca A Pedra, que ayer tuvo a bien prepararles unas buenas raciones de raxo, calamares y chipirones. Por la terraza de la taberna carballesa, se pasaron Biovac N y Arcoiris (o, lo que es lo mismo , Servando Carballar y Marta Cervera ), líderes de la formación madrileña nacida hace ya tres décadas. ¿Qué hacía en Carballo la pareja maquinal? Cargar las baterías para asistir a una boda en A Laracha, sorprendidos con la visita de tapadillo del padre fundador del pop electrónico y creador, asimismo, de Discos Radiactivos Organizados. Más conocida por sus siglas (Dro), la primera discográfica indie dio a conocer a grupos que, por aquel entonces, no los conocían ni en su barrio: Extremoduro, Siniestro Total, Gabinete Caligari, Loquillo, Los Nikis o Nacha Pop.

Le toca ahora a las letras en el nombre de Miguel Sande , escritor, delegado de La Voz de Galicia en A Mariña y Occidente de Asturias, y muy vinculado a A Laracha, donde tiene casa. Pero él es natural de Arteixo, en concreto de Pastoriza. Pues le han dedicado la biblioteca de su localidad natal. Se trata de una iniciativa novedosa del Concello que, por unanimidad, acordó dar nombre de escritores del municipio, vivos, a las cinco bibliotecas municipales. El Concello de Arteixo destaca por su red municipal, cinco salas en total, en total, totalmente informatizadas. Sande ha sido premio Calderón de la Barca del Ministerio de Cultura (de teatro); premio Rafael Dieste de Teatro y finalista del Premio Nacional de Teatro con Elas, que din , así como premio Repsol de novela y finalista este mismo año del Premio Nacional de Narrativa con Se algún día esta muller morta .

No me extraña nada que le dediquen una biblioteca, qué quieren que les diga.

Después de las artes clásicas, otras atemporales. ¿O no es arte saber cultivar un huerto? Durante siglos no lo fue. Era oficio heredado, enseñanza natural, necesidad de subsistencia. Claro, en la zona rural todos hemos hincado la rodilla plantando en los tiempos primaverales las patatas, las coles, la lechuga. El maíz, que ya estamos en mayo. Pero estos mundos ya no son los que eran, y es raro hoy que los chavales, desde pequeños, se metan en los regos de la tierra para aprender su ciclo anual. Es por eso por lo que hay que aplaudir iniciativas como la de Voz Natura, a gran escala, o detalles como el que hemos visto estos días en la escuela A Casa dos Títeres , de A Carballa (Cesullas-Cabana).

Cuentan las maestras que lo que buscan con esto es potenciar el respeto por la naturaleza, descubrir más sobre la procedencia de los alimentos, estimular la observación a través de los sentidos, desarrollar actividades motrices o aprender el vocabulario. Porque esa es otra: los nombres de la tierra, que lo estamos olvidando. Estos niños los aprenden.