Los mayores de Vimianzo muestran su juventud

E. E.

CARBALLO

Un total de 1.260 jubilados asistieron a la comida anual que les ofrece el Concello

26 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los mayores de Vimianzo tenían ayer una cita en el polideportivo, un encuentro que se repite cada mes de abril desde hace ocho años y que muy pocos quieren perderse, porque es el mejor momento para reencontrarse y para disfrutar de un buen rato. Y encima gratis, porque a la comida anual de los mayores invita el Ayuntamiento. Seguramente no hay cita deportiva que congregue en el pabellón a semejante número de usuarios. Ayer no cabía un alfiler. En las 50 mesas corridas dispuestas por los organizadores se sentaron 1.260 personas.

Además de los mayores, también estuvieron representantes de los partidos políticos locales. En la mesa del Ayuntamiento se sentaron juntos el alcalde, Alejandro Rodríguez, la edila Nieves Lema, el nacionalista Fernando Mancebo y la vocal del PP, Carmen Borbujo. Unidad, al menos por un día.

La fiesta empezó, como es habitual, con una misa en la que cantó un coro de niños de Vimianzo. Recibió después el alcalde con un sentido y poético discurso en el que destacó el papel fundamental de los mayores. Después empezó el trasiego de platos.

Poco después de las dos de la tarde, en la carpa situada a la entrada del pabellón, punto convertido en centro de operaciones, Cándido Vidal, responsable de la organización, arengaba a sus tropas, perfectamente alineadas y uniformadas -gorra rosa, camiseta del mismo color y guantes de látex-, para explicarle los pormenores de la batalla: «A modo, con calma, sen apuro». Y los platos empezaron a llegar a las mesas, acompañados por la música festiva de la charanga NBA, anunciando oficialmente el inicio del festín.

A diferencia de otros años, ayer hubo regalos, muchos regalos. De entrada, cada uno de los varones se llevó de recuerdo un monedero y una funda para las llaves. Para las damas hubo también carterita para las llaves, pero con abanico en lugar de monedero. Además, se sortearon 40 lotes de regalos entre los asistentes. Desde embutidos hasta vinos, pasando por objetos de playa.

Pero sin duda los más emocionados a la hora de recibir sus regalos fueron los dos más veteranos, que se llevaron cada uno un juego de café. Dolores García Castiñeira, nacida en octubre de 1912, fue ayer la de mayor edad. Natural de Cambeda, lleva un año residiendo en la vivienda comunitaria. Manuel Mira Alvarellos, de Pasarela (Calo), fue el hombre más veterano con 94 años de edad.

Voluntarios

Como ya es tradición en Vimianzo, en la comida de los mayores atienden las mesas funcionarios y trabajadores municipales, a los que este año se les sumaron varios voluntarios de la localidad. Hacen falta muchas manos. Como camareros, cuenta Cándido Vidal, trabajaron 60 personas, otros 38 para recoger las mesas y otros 10 más atender las cocinas. En total, 110 personas, que ponen por un día su trabajo a cambio de nada para que los mayores disfruten sin preocupaciones y estén bien atendidos. El menú estuvo compuesto por empanadas de bacalao y bonito, merluza a la romana con ensalada, carne asada con patatas, flan con nata y rosca. Y refrescos, cafés, caña y vino. Para hacerse una idea de la magnitud del festín vale la pena prestar atención a las cantidades: 360 kilos de merluza, 330 kilos de carne, 500 botellas de vino, 150 botellas de aguardiente, 300 empanadas y 150 roscas. Y después, claro, a bailar.