Un día después de que la empresa constructora e instaladora del parque infantil de Sofán (Carballo) aportase las pruebas que avalan la calidad de las instalaciones, en respuesta a las críticas realizadas en dos ocasiones por el PP local, ayer le tocó el turno al ejecutivo, por medio de una comparecencia del alcalde, Evencio Ferrero, y del concejal de Obras, Luis Lamas.
Ambos, con numerosa documentación en la mano, ratificaron que el parque (que tiene cuatro juegos) cumple con todas las garantías legales y técnicas. Lamas incluso anunció que, para garantizar la «tranquilidade» a la ciudadanía, colgarán en la página web municipal todos esos documentos.
Ferrero sostuvo que la rueda de prensa de ayer no debería haberse producido, ya que en la respuesta que había dado a los populares tras su primer comunicado ya había dicho que no quería crear polémicas con esta cuestión, pero añadió que había tenido que hacerlo a la vista de la reiteración de las acusaciones de los populares, dentro de la filosofía de «calumnia, que algo queda», añadió el alcalde. «Lamento profundamente todo isto», dijo, citando algunas de las frases del PP, como aquella en la que calificaba de «lamentable trato el que el gobierno carballés dispensa a la parroquia, algo que el regidor negó rotundamente. «Hai afirmacións que non poder ser consentidas nin toleradas», afirmó.
Demanda vecinal
Tanto Lamas como Ferrero explicaron que la construcción del parque, situado junto al centro social, fue una respuesta a una demanda vecinal. Una actuación que se llevó a cabo en el marco de un plan general de mejora de instalaciones infantiles, «como a de Razo, o ano pasado, e a de Sofán, este, e tamén outros».
En cuanto al empleo de determinados materiales en las obras, Lamas entró más en detalles técnicos, aunque en definitiva coinciden con los ya expuestos en el comunicado publicado ayer por la empresa Galopín. Explicó que, además de los propios controles de la compañía, otra empresa distinta realizó unos posteriores para verificar la plena calidad de los juegos. «E cumpre con todas as esixencias requeridas», dijo, exhibiendo además las respectivas fichas técnicas y certificados de fabricación.
El edil de Obras recordó que el PP habla, entre otros aspectos, del empleo de «gravilla», palabras que puede dar lugar a error, porque en realidad lo que se recomienda, y así se cumple, es el uso de arenas con grosores de entre dos y ocho milímetros. Además, la identificación de todos los elementos está a la vista, y mostró fotos al respecto. «É, por tanto, unha irresponsabilidade facer esas acusacións, que o que fan é xerar desconfianza na xente e infundios á empresa construtora». Ferrero, por su parte, elogió el trabajo de Galopín, y lamentó que se haya intentado desacreditar la labor de una empresa de prestigio.
En el parque infantil se colocará, en breve, un cartel de advertencia con las recomendaciones de uso y de juego, el mismo que ya existe en instalaciones similares.