Mucho garbo sobre la pasarela del San Martiño

CARBALLO

Más de 70 modelos aficionados participarán el sábado en el tradicional desfile del Centro Comercial Aberto

02 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Elena Rey Torres tiene una paciencia infinita. Paciencia infinita, pero también mano de hierro para que los 74 modelos que este sábado participarán en el tradicional desfile del Centro Comercial Aberto de Carballo (CCA) se aprendan a la perfección el recorrido que deben realizar sobre la pasarela. Después de dos semanas de intensos y agotadores ensayos en el Pazo da Cultura, los niños y jóvenes que lucirán la ropa de 15 establecimientos de la capital de Bergantiños se mudaron ayer a parque del San Martiño, donde ya está instalada la enorme carpa bajo la que se llevará a cabo esta apuesta por la moda local.

Nervios, los justos, esos que son necesarios para continuar alerta ante los cambios, y, sobre todo, ganas de que el sábado todo salga a la perfección. Nervios sobre todo entre los novatos, porque alguna de las niñas que ayer se movía con garbo sobre la pasarela aseguraba que todo estaba «chupado». Seis años de experiencia sobre el estrado le daban la seguridad que le faltaba a los más pequeños y que se liaban en los giros, los cruces y las poses ante la cámara. Algún pequeño?-el más joven tiene solo tres años- incluso llegaba a su puesto con una cara de terror poco fotogénica que su madre intentaba corregir con palabras de ánimo.

Ayer estrenaban la pasarela, que este año presenta novedades, y se notaba. Los más jovencitos se liaron tanto al ritmo del Mamma Mia de Abba, que Elena Rey tuvo que hacer gala de su inmensa paciencia. Los reunió en la trastienda de la carpa y en cuclillas les dibujó un plano en el que, usando su dedo a modo de mini-modelo, les repitió una y otra vez el recorrido que debían realizar. Alguno miraba el croquis como si de un mapa del tesoro se tratase -incluso se lo llevó a casa para memorizarlo-, mientras intentaba recordar dónde tenía que dar la vuelta para encontrarse de nuevo con su compañera.

Esta tarde demostrarán si se lo han aprendido y volverán a recorrer la pasarela al ritmo de Abba, mientras que las más veteranas siguen cuchicheando sobre los peinados y la ropa que lucirán el sábado. Los ensayos marchan a la perfección bajo la atenta mirada de Elena Torres, que hasta después del desfile no podrá respirar tranquila. Lo hará cuando, como en años anteriores, oiga lo aplausos de los más de 2.000 asistentes.