«Defínome como avogado de pobo e gaiteiro»

CARBALLO

Pedro Luis Fernández, en la plazoleta del jardín del Centro Social San Xoán Bautista de Carballo
Pedro Luis Fernández, en la plazoleta del jardín del Centro Social San Xoán Bautista de Carballo CASAL

Letrado, músico, secretario xeral dos socialistas, tertuliano de Radio Voz, presidente de Aires de Bergantiños, ex concelleiro... A súa vida non é aburrida

28 ene 2022 . Actualizado a las 15:35 h.

Pedro Luis es abogado con 14 años de ejercicio, al que la vocación le llegó con el tiempo, porque estuvo a punto de ser filólogo. Iba para eso, pero había preinscripción, estaba en la lista de espera y, en ese tiempo, junto a un amigo, se matriculó en Derecho en Santiago. «Case por casualidade», reconoce quien además había hecho BUP y COU de ciencias. No se arrepiente en absoluto, al contrario. Le gusta, disfruta con su trabajo, le obliga (como a los demás) a un constante aprendizaje y formación y se encuentra a gusto en ese papel. Además, marcando los límites, que no son otros que los éticos. Ya le tocó vivirlo una vez. Había llevado, de oficio, la defensa de un presunto narco. Después le ofrecieron hacerlo ya como cliente, por un buen dinero, pero dijo que no.

Pedro Luis se gana el pan como letrado junto a otros dos compañeros en el despacho Berius. Lleva un poco de todo, civil y penal, sobre todo. Llevar de todo es algo común en su oficio en los pueblos. «Eu defínome como abogado de pobo e gaiteiro».

Lo de abogado ya está claro. La gaita le viene de sus tiempos más mozos, y viejo no es. La toca en el coro Aires de Bergantiños, del que además es presidente. Empezó a soplarla en la casa da Xuventude. Su primer maestro fue el director de la Banda de Gaitas de Ortigueira. Ha pasado por varios grupos. Muchos recordarán a Marea Baixa, ya inactivo. Queda para la curiosidad haber compartido, durante muchos años, escenarios con Juan Carlos Castro, concejal del PP. Pero, haciendo sonar las notas no interesan ni se notan las afinidades políticas. Puede decirse que ambos, musicalmente, están muy unidos.

Pedro Luis Fernández ha estado, desde siempre, muy vinculado a la actividad asociativa de Carballo. Tanto, que el rincón elegido es precisamente uno que tiene que ver con su pasado. Un rincón del exterior (y otro del interior) del centro social San Xoán Bautista de Carballo, donde, cuando él empezaba, estaba la Asociación Xuvenil Fogar da Xuventude. Entre unas cosas y otras, lleva media vida ligado a este lugar. «Lémbrame os anos da adolescencia, cando empezaba. Alí toquei, ensaiei, colaborei con Arume. De eses anos quedan moitas cousas, moitos vínculos e amizades».

Eses anos eran, por exemplo, aqueles do 87-91, cano o Concello tripartito montara o Consello Local da Cultura. «Era modélico, grazas ao asociacionismo, todos participaban. Daquela en Carballo vivírase un gran bum cultural, moi superior ao de hoxe en día, con máis participación».

El afán de participar fue también el que lo encaminó hacia la política, algo que siempre le gustó. A los 18 años ya era militante socialista, aunque sin actividad orgánica. Después vivió aquella expulsión en los tiempos de Acacio Rodríguez y, en el 2002, lo retomó con la refundación de Trigo. Lo que más le ha animado a estar ahí, nada menos que como secretario general de los socialistas de Carballo, es el candidato y concejal José Antonio Viña, un hombre al que admira sin ninguna duda, al que define como muy capaz y persona íntegra.

Fernández cree que en el Concello se está haciendo un buen trabajo, marcando las líneas del Carballo del futuro, algo que -dice- se hará en el presente mandato. «Ten que quedar claro cara onde se vai, cara onde imos». Responde que no tiene más aspiraciones políticas que las de estar «onde considere o partido». Y, dentro de sus posibilidades, «contribuir a facer as cousas ben». No se marca ningún objetivo de escalar puestos. Desde su responsabilidad en la secretaría, define su labor como «orgánica, de xestión e coordinación do labor político. Temos xa unha cota, pero queda moito por facer. Imos cara adiante, non cara atrás».

Su nueva etapa política no le ha generado ningún problema o conflicto con nadie, al contrario de lo que ocurre en otros concellos no lejanos. Dice que no entendería que sucediese algo así».

La política en su caso también tuvo una parte activa, como concejal. En el mandato anterior se había quedado a nada de salir elegido. Cuando terminaba, una sustitución de un compañero lo llevó a la corporación durante poco más de tres meses. Breves, pero intensos, «e interesantes, nos que se fixeron moitas cousas, sobre todo relacionadas coa Casa dos Oficios», ya que se ocupaba del área de empleo. Le gustó, pero reconociendo que le quitaba más tiempo, y no es mucho el que le tiene.

Ahora no es concejal, porque en las elecciones del año pasado iba de cuarto y salieron tres. Entraría si alguno de los que le preceden deja el escaño.

Ni lo espera ni lo prevé. Quiere seguir en lo suyo, con sus casos y sus músicas. Sobre todo con sus casos, que para eso es abogado. Se dice «tan absolutamente unido a Carballo» que no entendería la vida, la personal y la laboral, en otro lugar.