Desde el pasado martes, y como viene siendo habitual todos los meses de abril, los peajes de la autopista AG-55 (A Coruña-Carballo), son más caros. Concretamente, los conductores de turismos tienen que pagar cinco céntimos más, mientras que los precios para vehículos pesados se han incrementado en quince céntimos. Desde la inauguración de las cabinas de cobro, el 30 de diciembre de 1997, el viaje completo se ha encarecido casi un 46%, al pasar de 1,44 a 2,10 euros (la tarifa más barata). Aquellos que utilizan la autopista a diario tienen que desembolsar mensualmente cerca de 90 euros, una cantidad, se quejan, demasiado elevada para los 29 kilómetros de la vía de comunicación (en total son 34, pero los cinco últimos, la circunvalación de Carballo, son gratuitos).
Las reacciones de los usuarios, lógicamente, no se han hecho esperar, sobre todo después de conocer que la AG-55 es casi un 45% más cara que la AG-57 (Vigo-Baiona), también gestionada por Autoestradas de Galicia.
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la conselleira de Política Territorial, María José Caride, reconocieron recientemente que la supresión de los peajes es imposible. Para compensar, los partidos de gobierno de Carballo abogan por la construcción de una tercera vía de comunicación entre Carballo y A Coruña, con el puerto exterior como referencia. A los lectores de la página web de La Voz, sin embargo, esta solución no les convence.
José Manuel Verdes, de A Laracha, por ejemplo, considera que la construcción de una nueva carretera tardaría demasiado, mientras que «la eliminación del peaje puede ser inmediata, como tiene que ser, puesto que la autopista fue hecha con nuestros impuestos».
«¿Es más caro liberar la AG-55 o subvencionar el peaje del puente de Rande?», se pregunta Agustín, Carballo, quien considera que la nueva propuesta no es sino «otra jugada electoral». Fran, de A Coruña, coincide con que «con los años que llevan cobrando ya tienen más que pagada la vía» y, al mismo tiempo, dice que «es una vergüenza que se cobre por una autopista tan peligrosa y con un trazado tan pésimo».
José, desde Carballo, no entiende la utilidad de una tercera carretera «cuando ya existen dos» y, como muchos de los internautas, insiste en que «una nueva obra implicaría un coste previsiblemente superior al del rescate». Además, Félix Herrera recuerda en la web que «los terrenos se compraron a bajo precio para hacer una autovía y no una autopista de pago».