Aunque nacido en Vigo, Erias se declara coruñés por los cuatro costados. «Mi familia es de Oza dos Ríos y allí tengo una casa, en el lugar de Coiroa, que es ideal para descansar».
Aficionado a la música de los Beatles, espera con ansia el 10 de marzo «para celebrar con mis allegados la victoria de Rajoy y dedicarles el tiempo que se merecen». Casado y padre de tres hijos de 21, 20 y 18 años, se declara un entusiasta del cocido gallego -«es la mejor comida del mundo, sin lugar a dudas»-, regada por un buen vino tinto, preferentemente de la Rioja. Claro que ese capricho choca con una de sus cruces, la dieta con la que intenta rebajar su sobrepeso. «Llevo muy mal la dieta y estos días de campaña la situación es aún peor», confiesa.
Su última lectura es Entre dos mundos , de Bill Richardson, un político estadounidense de origen hispano que acaba de retirarse de las primarias demócratas. «Es una reflexión sobre la convivencia entre dos culturas diferentes de la que se puede aprender en España». De César Antonio Molina, su rival en las urnas, dice que «le tengo el máximo respeto personal e intelectual, pero lo va a tener difícil para explicar los incumplimientos de ZP».