Las últimas cabalgatas de la comarca cerraron el domingo los actos navideños
08 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El pasado fin de semana fue, sin duda, el de la ilusión. La que demostraron los niños durante las cabalgatas de Reyes Magos que se celebraron en toda la Costa da Morte, la que dejaron entrever sus Majestades de Oriente cuando se les acercaban los más pequeños, la que pusieron sus padres acercándolos a Melchor, Gaspar y Baltasar, y la que pusieron aquellos que jugaron a la lotería del Niño con la esperanza de repetir las historias de brindis, bailes y lágrimas de alegría que se vivieron en Carballo el día que cayó el Gordo de Navidad.
Fue un fin de semana de ilusión y de anécdotas, donde los protagonistas no sólo fueron los más pequeños de la casa, sino también los mayores, en muchos casos igual de expectantes a la hora de abrir sus regalos. Los niños ya crecidos de la parroquia cabanesa de Neaño, por ejemplo, se encontraron de bruces con los Reyes Magos justo a la salida de la misa dominical. Y los recibieron con besos y abrazos, con la misma ilusión que seguro que tenían antaño. Con ellos, en la comitiva, estaba también el alcalde de Cabana, José Muíño Domínguez, que se encargó de repartir caramelos y calendarios entre sus vecinos.
Otro de los regidores que no faltó a la cita con los Reyes fue el de A Laracha, José Manuel López Varela, a quien, sin duda, le dieron mucha envidia los niños del municipio, que se lo pasaron en grande en los hinchables y demás juegos instalados el sábado en el polideportivo del instituto Agra de Leborís.
Parecido a Cañizo
También cargado de regalos se presentó el domingo en Barizo (Malpica) el Rey Melchor, que guardaba un asombroso parecido con el concejal de AIM Alfredo Cañizo. Al igual que el concejal de Pesca, Turismo y Seguridad, este simpático Rey Mago tuvo detalles con uno de los miembros de la Policía Local que se encargaba de abrir paso a la cabalgata. Le robó su porra y se la volvió a entregar a modo de regalo adelantado. El policía, entre risas, le devolvió el detalle con un abrazo.
Menos contento se mostró algún que otro pequeño cuando se le acercaban los Reyes Magos. Pudieron oírse llantos y gritos y también verse gestos de auténtico terror. A la mayoría no les gustaba comprobar que Baltasar estaba pintado y más de uno tiró de las barbas de Melchor y Gaspar para comprobar si eran de verdad.
No lo eran, desde luego, las que lucieron los protagonistas del belén viviente que se pudo ver en la Casa dos Veciños de O Couto y que, un año más, organizó la asociación Monte Branco. Con lógica eran barbas falsas, ya que los actores del nacimiento eran todos niños. Ninguno de ellos había nacido cuando la entidad cultural representó el primer belén viviente, hace ya 25 años. Los vecinos celebraron las bodas de plata de esta iniciativa navideña recordando viejos tiempos y pensando ya con ilusión en la representación del próximo año.
El que también ha guardado ya las figuras de su particular belén es el responsable del restaurante Casa Ovidio de Baio. Decoró el exterior del local y hasta consiguió darle ambiente navideño a toda la calle, que la semana pasada amaneció cubierta con una particular nieve.
La comarca vuelve hoy a la normalidad, pensado, seguro en las próximas fiestas, las de carnaval, que este año están más a la vuelta de la esquina que nunca.?