El polígono industrial de Bértoa llega al límite de su capacidad

CARBALLO

23 ago 2007 . Actualizado a las 03:28 h.

El polígono industrial de Bértoa «se va a completar». Lo asegura el presidente de Asemcar, Juan Cancela, y lo ratifican las 25 licencias de obra y actividad que ha tramitado este año el Concello de Carballo para naves en el actual parque.

Sólo en la junta de gobierno de esta semana fueron aprobadas cuatro licencias de acondicionamiento y apertura para una empresa de fabricación de elementos y piezas metálicas, un taller de mantenimiento de maquinaria de excavación, una cristalería y una fábrica de armaduras y capintería industrial, a las que se suma otra carpintería de madera autorizada el día 6.

El concejal de Urbanismo de Carballo, José Antonio Viña, considera especialmente significativo el volumen de permisos tramitados en los siete primeros meses del año, que han hecho posible la entrada en funcionamiento de empresas dedicadas desde el tratamiento y el procesado de productos hortofrutícolas hasta la fabricación de tubería y climatizadores, pasando por carpinterías de madera, talleres de ferralla, panelado de puertas de alumnio y PVC, reparación y exposición de vehículos e incluso un local destinado a la práctica de paddle, lo que, además, da una muestra de la variedad de actividades que se desarrollan en Bértoa. En muchos casos, precisamente por el tipo de trabajo que se lleva a cabo en las naves, la tramitación ha sido la correspondiente a actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, que exige muchos más requisitos que una empresa considerada inocua.

En otros casos, el destino de las naves todavía no está decidido, de manera que en las licencias de construcción aprobadas se especifica que no tienen «uso específico». En esta situación se encuentran cuatro edificaciones: una de ellas es individual y las otras agrupan tres, cuatro y cinco locales, lo que supone que pueden dar cabida a otras 13 actividades industriales.

Despliegue

Para el presidente de Asemcar, estos datos reflejan la culminación de un proceso iniciado hace unos cuatro años, cuando empezó «el gran despliegue» del actual parque empresarial, y considera, además, que el auge de construcciones en el recinto corre paralelo a la demanda de parcelas en el nuevo polígono, que, de hecho, supera con creces la oferta.