Roberto Tojeiro rehabilitará el Pazo dos Condes de Graxal, en Caión

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El edificio, construido en el siglo XVI, está al borde de la ruina y necesita arreglos urgentes El proyecto de restauración ya sido entregado en el Concello y remitido a Patrimonio

31 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El empresario Roberto Tojeiro, actual propietario del Pazo dos Condes de Graxal, situado en la plaza Eduardo Vila Fano de Caión, ha iniciado los trámites para la restauración del edificio, que en estos momentos presenta un estado lamentable y está al borde de la ruina. La noticia la dio a conocer ayer el alcalde larachés, José Manuel López Varela, quien, visiblemente satisfecho, confirmó que los actuales dueños del palacio, construido en el siglo XVI, han elaborado ya el proyecto de rehabilitación, que ya ha sido presentado en el Concello de A Laracha y remitido a los responsables de Patrimonio de la delegación provincial de la Consellería de Cultura. «Teñen que estudar o proxecto e darlle o visto bo, pero todo vai xa polo camiño que sempre quixemos», dijo el regidor, al tiempo que agradeció la iniciativa de la familia Tojeiro, con quien el grupo de gobierno se puso en contacto en numerosas ocasiones para que el proyecto saliese adelante. «O valor histórico e arquitectónico do edificio é impresionante, a historia de Caión arranca del, por iso é tan importante que se rehabilite», explicó López Varela. De momento, indicó, «non terá un fin determinado, pero os seus propietarios poden facer o que queiran, o importante é que o arranxen». La situación de desamparo se hace evidente en el tejado del pazo, a punto de derrumbarse, y en su fachada, donde apenas pueden apreciarse los escudos de armas de los Bermúdez de Castro, a quienes perteneció la casa, como señores de la jurisdicción de Montaos. El título de condesa lo obtuvo Beatriz Bermúdez de Castro, hija del fundador del convento de los Agustinos, situado en la misma plaza, cuando se casó con Juan Álvarez de Vega, conde de Grajal de Campos (León). Una leyenda habla de la existencia de un túnel subterráneo que servía para comunicar la residencia de los condes con la iglesia de Santa María do Socorro. Según se cuenta, la salida de este túnel se encontraría en una de las cuevas que dan a la playa. El edificio fue en tiempos de sus fundadores y descendientes el centro juridisccional de la villa y a su interior accedían los vecinos que pagaban las rentas de los foros. Además, estos muros albergaban también la cárcel. La restauración del edificio supondrá un cambio radical en la imagen actual de la plaza Eduardo Vila Fano, ya que los otros dos edificios más importantes -la iglesia parroquial y el convento- ya han sido rehabilitados.