La catalogación de los Penedos como monumento natural es un proceso abierto, al igual que en el caso de Pena Corneira. La intención inicia de la Xunta es aplicar ese tipo de protección en las dos zonas, pero no es algo que esté garantizado mientras Medio Ambiente, con los informes de los geólogos en la mano, no se pronuncie. En Galicia son sólo cinco los espacios catalogados como monumentos naturales. Cuatro de ellos recibieron ese tipo de protección en el año 2000. El último en llegar al club ingresó en él en el 2005. La Fraga de Catasós, en Lalín, con 4,5 hectáreas de extensión, tiene esa categoría, al igual que el Souto da Retorta (Viveiro), con 1,8 hectáreas y el Souto de Rozabales (Manzaneda), de 1,9 hectáreas. El área protegida de mayor extensión es la costa de Dexo, entre Mera y Lorbé (Oleiros), declarada monumento natural en el año 2000 para preservar una zona de 266 hectáreas. En el selecto club de áreas protegidas la playa de las Catedrais fue la última en llegar. La zona protegida en el municipio de Ribadeo asciende a casi 29 hectáreas. Los siguientes en incorporarse a la lista podrían ser los Penedos y Pena Corneira. En la Costa da Morte son muchas las asociaciones que se han movilizado para pedir la protección de la zona y la paralización de la cantera.