HEMEROTECA El filósofo Bertrand Rusell da a conocer el testamento científico de Einstein

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CARBALLO

MARTINA MISER

SUCEDIÓ EN 1955

09 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

A primeros de julio de 1955 el filósofo y ensayista británico Bertrand Rusell leía en Londres, ante numerosos periodistas, el llamado testamento científico y humanitario del recién fallecido Albert Einstein, premio Nobel de Física. El documento estaba firmado, asimismo, por otros cinco galardonados y dos científicos de renombre. En esta declaración se advertía del grave riesgo que para el mundo supondría una guerra nuclear, pues llevaría a la desaparición de la vida humana en el planeta. Al mismo tiempo, se pedía que los inventos atómicos se dedicasen a fines pacíficos, especialmente al progreso de la medicina y de la búsqueda de nuevas fuentes de energía. «El mundo está lleno de conflictos bélicos -comenzaba diciendo el documento-, y nada hace suponer que vayan a disminuir, antes al contrario». Añadía que la lucha entre el comunismo y Occidente era uno de los problemas principales que había que solucionar. Lo curioso de este testamento de Einstein era que el físico alemán y algunos de los firmantes habían sido los padres científicos de la bomba atómica.