El alcalde muxián dice que hay críticas al parador que sólo buscan destruir

El grupo ecologista Adega ha levantado una nueva voz que, como mínimo, cuestiona el lugar elegido para levantar el parador de Muxía, en Punta Lourido. Esta organización propone un lugar situado a un kilómetro, en Punta Arliña, ya que, en su opinión, causaría menos impacto natural y sería menos perjudicial para los titulares de las tierras de uso agrícola. Esta semana, el PSOE anunciaba que preguntará a la Dirección General de Turismo, del Ministerio de Economía, por el informe técnico que aconsejaba instalar el hotel de lujo en Muxía, en respuesta a una petición formulada por la comisión que siempre abogó por Balarés-Ponteceso. El alcalde de Muxía, Alberto Blanco, asegura que existen determinadas críticas al proyecto que lo único que buscan es «destruir, e poñer en perigo o desenvolvemento da Costa da Morte». Señala que las críticas constructivas siempre son bienvenidas, pero no aquellas que «impiden traballar e están basadas no descoñecemento. Preguntar e criticar é moi doado, pero cando se trata de traballar xa non fan o mesmo». Adega asegura que a los propietarios de los terrenos sobre los que se levantará el parador se les está ofreciendo poco más de un euro por metro y se les impide desarrollar su trabajo, y les traslada su solidaridad. Blanco dice que no es cierto, porque las negociaciones aún están en marcha, y asegura que el Ayuntamiento no escatimará medios, dentro de lo legalmente permisible, para llegar a acuerdos satisfactorios. Los ecologistas, además, lamentan la «falta de información sobre el proyecto». El alcalde dice que eso puede deberse a que el proyecto aún se está redactando por los técnicos, y que ni él mismo tiene todos los datos. «Que deixen facer as cousas e logo que pregunten, porque información, eles e calquera, terán toda a que queiran». Adega lamenta que las actuaciones se lleven a cabo en una zona de especial protección, «argumento que desbotou a ubicación en Balarés».

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