El plan de infraestructuras turísticas marcará el desarrollo de Razo y Baldaio
CARBALLO
El gobierno local de Carballo está decidido a desarrollar el plan especial de infraestructuras turísticas, previsto en el PGOM, que marcará el desarrollo urbanístico del área de Razo-Baldaio. En el documento quedará definido, entre otros aspectos, el proyecto de ordenación de la zona costera presentado hace casi cinco años por la Demarcación de Costas, que preveía una inversión de 8.282.975,70 euros -según la cifra facilitada por el Ministerio de la Presidencia en mayo del 2002, a raíz de una pregunta en el Congreso del diputado nacionalista Carlos Aymerich- en actuaciones encaminadas a mejorar la protección de la marisma, recuperar la zona dunar, crear 1.100 plazas de aparcamiento, delimitar áreas de servicios y de aprovechamiento hostelero, poner en marcha un centro de interpretación de la naturaleza y unir las playas de Razo y Baldaio mediante un sendero peatonal del que partirían tres accesos a los arenales.. A pesar de que la consignación económica figuró durante varias anualidades en los presupuestos generales del Estado, las obras no se materializaron porque el Concello de Carballo no pudo poner los terrenos a disposición de la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Tras la aprobación del Plan General de Ordenación Municipal, el ejecutivo considera que es posible acometer el proyecto, y, en ese sentido, el concejal delegado de Urbanismo, Obras e Desenvolvemento Rural, Manuel Andrade Cristóbal, anunció la intención del gobierno local de solicitar una entrevista con la nueva ministra, Cristina Narbona. Pero las gestiones ya están en marcha. Para hoy está prevista una reunión en la que participarán técnicos municipales y políticos responsables de las áreas relacionadas con la zona de litoral. También han sido invitados los redactores del proyecto de Costas, ya que el grupo de gobierno pretende que sean ellos también los que elaboren el plan especial de infraestructuras turísticas. Las dos grandes líneas marcadas en el PGOM para la costa persiguen, por un lado, garantizar la conservación de la laguna, que anteriormente carecía de protección, y ordenar la edificación en torno a los núcleos de Arnados y Pedra do Sal para evitar la proliferación de construcciones ilegales de los últimos años.