Vida social con poesía incluida

La Voz

CARBALLO

GENTES DEL FINISTERRE

16 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

FUE UN BUEN DÍA, EL DE AYER, para el baiés Braulio Astray Romero. En el restaurante Casa Cruz recibió un caluroso y casi primaveral homenaje por parte de sus compañeros de la Asociación de Jubilados de Caixa Galicia, que él mismo presidió hasta el día 31 de diciembre del año pasado. Ahora, este veterano abogado ha sido nombrado presidente de honor de la misma entidad, razón más que suficiente para que se acercaran hasta Baio, como en efecto hicieron, compañeros, amigos o todo aquel que le profesara algún tipo de admiración. Una nota curiosa: en las dos mesas paralelas del acto, los hombres se agruparon en una mesa y las mujeres en otra. Algo que llamó un tanto la atención y que recordó, de aquella manera, aquellos años en los que la división por sexos era obligatoria. SEGUIMOS CON LA DICHA. El alcalde de de Dumbría, José Manuel Pequeño Castro, tiene motivos para estar hoy contento (o no, según se mire o según lo miren). Como siempre por el día San Patricio, cumple años. Y hoy le toca cumplir 47, que ya son algunos. Si recibe muchos regalos es posible que se le pase el posible disgusto por el cumplimiento y, ya puestos, también esa gripe que le atenaza desde hace cinco días. Por cierto que, de cumpleaños y de regidores hay que hablar, al de Camariñas, Bautista Santos Ramos, no le queda mucho para tocar los 59. Será, si las cuentas no nos fallan, el próximo día 28 de este mes, jueves. Quien estará contento de verdad, sin duda alguna, es el concejal del Partido Popular de Zas, Pedro Osende Rigueiro. Desde el lunes, ya es papá por partida doble. El nuevo vástago, con el que ahora ya tiene la parejita, se llamará Mateo. Felicidadades para él y su esposa, la dentista Mari Carmen González. Y ahora, ¿a por el tercero? HASTA AHORA, las caras de la noticia. La cruz viene ahora. Hace unos días, Coque Toba, artesano-artista de Muxía, viajaba en autobús hacia Valencia para participar en las Fallas, que están al caer (al arder también). Llevaba, en la baca del autocar, su peculiar caballo de cuero con el que suele adornar su indumentaria en los días de fiesta, según informa Xosé Búa. Pues bien, en mitad del camino, el caballo decidió que ya era hora de galopar por los montes castellanos en soledad (otra versión indica que se cayó al suelo) y Coque, tras buscar y buscar, no pudo hallarlo. El problema es que ha tenido que volver a casa a fabricarse otro, y a ver como le sale ahora. Estas cosas son al final como parte de la línea argumental de es como el cuento de Pinocho; y no porque sea mentira, que no lo es, sino porque haces una criatura, después ésta cobra vida y a saber lo que puede ocurrir más tarde. O, en el plano poético, recuerda a una poesía que Manolo Rivas incluyó en su libro Ningún cisne: el padre que, para dormirla, le contaba a su hija el cuento de un caballo. Y se lo repetía. Más. «E mireina marchar/ sen poder facer nada/ no seu cabalo/ polas chairas inmensas». Pues eso. FINALMENTE, notas culturales. Una crónica social que se precie no puede quedar ahíta de una pincelada de cultura, y más si, como es el caso, se trata de algo importante. Al grano: El instituto Fernando Blanco de Cee, que dirige Jesús Casas Camino, comenzará mañana su segunda Semana Cultural, que terminará el viernes 22 con un concierto de folk y rock. La otra tiene su sede en Fisterra. Mañana, a las doce del mediodía, llegarán al faro cuarenta alumnos de un instituto de la Cruz Roja de Brest, hemosa ciudad de la Bretaña francesa, junto a otros treinta de Sanxenxo con los que realizan un intercambio. Han denominado a su viaje De un Finisterre a otro, como así se trata. Los estudiantes traen un regalo para el Concello, por lo que los recibirá el alcalde, Valentín Castrege, y el edil de Cultura, José Manuel Traba.