Censuran actitudes del público que solo busca hacerse fotos en vez de disfrutar la música en vivo

AMON BORGES

«Dejen que ellos pasen, dejen que ellos pasen», gritaba Josh Homme, vocalista de Queens of the Stone Age, durante el concierto en el festival Mad Cool el sábado pasado, 14 de julio, en Madrid. Él pedía a la seguridad que liberaran el acceso de todo el público al área VIP.

El artista paró la presentación durante una de las principales canciones -No One Knows. «No voy a tocar hasta que esas personas pasen la barrera y vengan aquí cerca», afirmó.

Después de unos instantes explicó la razón de sus actos. «Estoy cansado de que todos digan lo que hay que hacer. Estoy harto de que todos se ofendan. Viajamos millas y millas para tocar en vuestra fiesta, para ofrecer una noche inolvidable... Y no nos iremos hasta que se diviertan, bailen, se besen y tengan la mejor noche de sus vidas. En caso contrario, serán un grupo de animales domesticados».

Homme levantó una vez más una cuestión polémica sobre esas zonas y los precios de entradas en conciertos.

Las entradas del área VIP para un día de fiesta costaban 175 euros, casi 100 más que los 85 euros cobrados por el pase normal.

Franz Ferdinand

Otra gran banda que estuvo en el festival en la capital del país también se manifestó contra ese tipo de zona de privilegios. El vocalista del Franz Ferdinand, Alex Kapranos, dijo odiar esos espacios.

«Me encantó el Mad Cool, pero odio las zonas VIP y los Golden Circles frente al escenario. Ese tipo de 'P' (persona) que se considera 'V.I.' (muy importante) tiende a interesarse más por los selfies que por volverse loco con una banda. No digo que no haya sitio para ellos. Lo hay. Al fondo», dijo Kapranos el domingo, 15 de julio, en Twitter.

La organización de Mad Cool y la productora Live Nation de España fueron contactadas, pero no respondieron.