Junto al alemán Alva Noto, el japonés Ryuichi Sakamoto se subió al escenario para cerrar la 25ª edición del evento catalán

EFE

Los sonidos ingrávidos y alejados del mundanal ruido de Alva Noto y Ryuichi Sakamoto han clausurado este domingo el Sónar. Fue un contrapunto perfecto para un festival intenso, que en tres días ha ofrecido 150 conciertos, algunos muy ruidosos, y ha inundado Barcelona de ritmos y experimentos musicales.

Por separado, ambos tienen muchos proyectos personales que cuidar: Sakamoto es fundador de Yellow Magic Orchestra y ganador de un Oscar por la música de El Último Emperador, mientras Noto tiene un nuevo trabajo llamado UNIEQAV, que acaba de presentar en Sónar de Día.

Flotando en otra dimensión, estos dos artistas de culto han sido los anfitriones perfectos del cierre de la 25ª edición del Sónar, una celebración que ha reunido en el anfiteatro del Teatro Grec a una amplia representación del mundo cultural catalán.

Bajo las estrellas y rodeado de los magníficos jardines de Montjuïc, el reconocido músico japonés Ryuichi Sakamoto se ha sentado tras su piano de cola, mientras el alemán Alva Noto se situaba tras la mesa de DJ (aunque él no se considera DJ, ni siquiera músico, sino «modificador de sonidos»).

Frente a frente, los dos creadores han iniciado un diálogo sensible y experimental, en una llamada constante a la calma, a la atención y la contemplación.

El dúo germano-japonés Alva Noto & Ryuichi Sakamoto durante el concierto que clausura la 25ª edición del festival Sónar, en Barcelona
El dúo germano-japonés Alva Noto & Ryuichi Sakamoto durante el concierto que clausura la 25ª edición del festival Sónar, en Barcelona ALEJANDRO GRACÍA | EFE

Una propuesta difícil en los tiempos acelerados que corren, razón por la que los dos artistas han dedicado los veinte primeros minutos del concierto a poner al espectador en situación.

Sakamoto ha empezado el recital hurgando en las tripas del piano y tocando las cuerdas en lugar de las teclas, mientras Alva Noto entraba muy lentamente en escena.

Al fondo del escenario, una proyección sinuosa que parecía flotar sobre los músicos anunciaba la entrada a un territorio que reclama. tranquilidad.

Tras veinte minutos de sonidos sutiles, y cuando las toses del público empezaban a molestar y los graznidos de las gaviotas distraía a algunos, Sakamoto ha introducido las notas de El Cant del Ocells y Alva Noto ha subido la intensidad de los graves, marcando el inicio del viaje.

A partir de aquí, con público y músicos situados en el mismo universo, el concierto ha fluido, entre experimentos sonoros y meticulosa belleza.

Alva Noto y Ryuichi Sakamoto han ofrecido un hermoso espectáculo titulado Two, con material creado especialmente para la ocasión y espacio para la improvisación, que lamentablemente no se podrá disfrutar en muchas ocasiones ya que tienen muy pocos conciertos conjuntos programados en Europa en 2018.

Sakamoto y Noto acaban de publicar un álbum, Glass, resultado de una actuación inspirada por el edificio donde tuvo lugar, la emblemática Glass House proyectada por el arquitecto norteamericano Philip Johnson en 1949.

Pero la relación entre ambos artistas viene de lejos. Han publicado varios discos a cuatro manos (Vrioon, Insen y Summvs) y en 2015 compusieron la banda sonora de The Revenant, película dirigida por Alejandro González Iñárritu.

Atractivos de lujo

El público sabe que es un lujo verlos juntos y les ha agradecido su presencia en Barcelona con un cálido aplauso al principio del concierto y un larga ovación al final. El dúo ha agradecido esta ovación final con dos temas musicales más, en los que Sakamoto ha utilizado una guitarra, otro instrumento convencional, como el piano, que el músico ha tocado nada convencionalmente.

Otra nueva tanda de aplausos ha despedido, ahora definitivamente, a los artistas, que han cerrado un festival, el Sónar, y han abierto otro, el Grec.El concierto ha sido, además de la clausura del Sónar, la preinauguración del Grec, que durante el mes de julio llenará de teatro, música y danza Barcelona. Unos vienen, otros van y la búsqueda y la experimentación nunca termina.