La huella que el Green Deal ha dejado en la PAC

Maruxa Alfonso Laya
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BIODIVERSA GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

En el 2019, la Comisión Europea se marcó el objetivo de ser el primer continente en dejar de producir emisiones netas de gases de efecto invernadero en el 2050; un reto en el que también se implicó al sector agrícola y ganadero a través de la estrategia De la granja a la mesa

24 may 2022 . Actualizado a las 10:08 h.

Europa quiere ser un continente neutral para el clima en el año 2050. Ese es el principal objetivo que se marcó la Comisión en el Green Deal, también conocido como Pacto Verde Europeo. Para lograrlo, el programa preveía una serie de propuestas destinadas a adaptar las políticas comunitarias en materia de clima, energías, transporte y fiscalidad con el fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55 %, de aquí a 2030. Agricultura y ganadería no quedaban al margen de estos objetivos y, por ello, se diseñaron dos estrategias con el objetivo de hacer evolucionar el sistema alimentario actual hacia un modelo sostenible. Son las conocidas como De la Granja a la Mesa y Biodiversa 2030

La Comisión Europea sostiene que el sector agroalimentario tiene un impacto considerable en el medio ambiente, pues aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden de los sistemas alimentarios. Sin perder de vista el hecho de que este es un servicio vital, que garantiza alimentos frescos y seguros a todos los europeos, y una fuente de ingresos, Europa considera que ha llegado el momento de transformar la forma de producir y consumir alimentos persiguiendo tres objetivos: reducir su huella medioambiental, reforzar su resiliencia frente a las crisis y seguir garantizado la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles.

Con este fin se presentó, en mayo del 2020, la estrategia De la granja a la mesa, como la fórmula para que el sector alimentario se sumara al Pacto verde Europeo, permitiendo hacer evolucionar el sistema alimentario actual hacia un modelo sostenible. ¿Qué busca esta estrategia? Garantizar alimentos y que estos sean asequibles, pero sin superar los límites del planeta. También, reducir a la mitad el uso de plaguicidas y fertilizantes y la venta de antimicrobianos, promover el consumo de alimentos y unas dietas más saludables y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por último, persigue luchar contra el fraude alimentario y mejorar el bienestar de los animales. 

Esta estrategia se complementa con la Biodiversa 2020-2030, que busca recuperar la biodiversidad europea. Para ello, se prevén acciones como establecer en todos los países una red más amplia de espacios protegidos, poner en marcha un plan de recuperación de la naturaleza e introducir medidas que permitan sacar adelante esos objetivos. 

Como no podía ser de otra manera, todos estos objetivos se han incluido también en la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), entre cuyos fines se han fijado modernizar la agricultura mediante el desarrollo de prácticas más sostenibles, protegiendo al mismo tiempo la naturaleza y luchando contra el cambio climático

No será hasta el próximo año cuando se aplique plenamente la nueva PAC, que buscará aumentar la contribución de la agricultura a los objetivos medioambientales y climáticos de la UE, prestar un apoyo más específico a las explotaciones más pequeñas y ampliar la flexibilidad de los Estados miembros a la hora de adaptar las medidas a las condiciones legales. En palabras del Consejo Europeo, la nueva PAC es «más justa, más ecológica y más basada en los resultados». 

La PAC que entrará en vigor en el 2023 es la política más ambiciosa en el aspecto medioambiental, ya que una cuarta parte de los pagos directos están reservados a prácticas agrícolas ecológicas. Está sujeta, además, a una planificación estratégica, pues cada Estado tuvo que redactar su propio plan, que ya fueron sometidos a la Comisión Europea, que emitió una lista de recomendaciones. Prevé, además, una nueva arquitectura verde, basada en condiciones medioambientales que deberán cumplir los agricultores y ganaderos y en medidas voluntarias adicionales en el marco de ambos pilares. Por último, incluye un planteamiento basado en los resultados, según el cual los Estados miembros tendrán que notificar sus logros cada año. 

En definitiva, la nueva PAC ayudará a construir un sistema alimentario más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, alineándose así con los objetivos del Pacto Verde Europeo y recogiendo todos los preceptos de las estrategias De la granja a la mesa y Biodiversa 2020-30.