Las diversidad de hábitats es clave para proteger a los corales frente al cambio climático

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

BIODIVERSA GALICIA

Alrededor de 500 millones de personas dependen de los arrecifes para subsistir

01 jul 2019 . Actualizado a las 17:11 h.

 La mejor manera de proteger a los corales amenazados por el cambio climático es conservar una amplia gama de sus hábitats, según un estudio realizado en Nature Climate Change. El hallazgo probablemente es de aplicación a los esfuerzos de conservación para muchas otras especies en el océano y en la tierra, incluidos los árboles y las aves.

«En lugar de conservar solo los lugares fríos con corales, encontramos que las mejores estrategias conservarán una gran diversidad de sitios -explica el coautor Malin Pinsky, profesor asociado del Departamento de Ecología, Evolución y Recursos Naturales de la Universidad de Rutgers-New Brunswick-. Los arrecifes calientes son fuentes importantes de corales que toleran el calor, mientras que los lugares fríos y los que se encuentran en el medio son importantes refugios y pasos intermedios para los corales a medida que el agua se calienta».

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, alrededor de 500 millones de personas dependen de los arrecifes de coral para alimento y medio de subsistencia, con miles de millones de dólares al año para impulsar sus economías.

Además, los arrecifes protegen las costas de las tormentas y la erosión, proporcionan hábitat, así como áreas de desove y viveros para peces, y generan ingresos por pesca, recreación y turismo, entre otros beneficios.

Pero los corales se enfrentan a varias amenazas, entre ellas el calentamiento global, los episodios de decoloración por agua caliente, la destrucción de los arrecifes, la contaminación de nutrientes y la acidificación de los océanos a partir del dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles.

Las predicciones sobre el futuro de los corales son generalmente sombrías, señala el estudio, pero existe un creciente reconocimiento de que pueden adaptarse rápidamente a un clima cambiante.

Pinsky y científicos de la Universidad de Washington, la Universidad Estatal de Utah, Coral Reef Alliance, la Universidad de Stanford y la Universidad de Queensland en Australia diseñaron modelos de cómo diferentes estrategias de conservación podrían ayudar a los arrecifes de coral a sobrevivir al cambio climático.

Una investigación anterior abordó dónde establecer áreas marinas protegidas para ayudar a los corales, pero casi todos los estudios pasaron por alto el hecho de que los corales también pueden evolucionar en respuesta al cambio climático, señala Pinsky.

Los investigadores evaluaron una gama de posibles estrategias de conservación, que pasaban por lugares protegidos donde las poblaciones de coral existentes parecían estar «preadaptadas» a condiciones futuras; zonas conservadas adecuadas para que los corales se muevan en el futuro; sitios conservados con grandes poblaciones de ciertas especies; conservar las poblaciones más pequeñas; o lugares de arrecifes protegidos elegidos al azar. Finalmente, descubrieron que la conservación de muchos tipos diferentes de arrecifes funcionaría mejor.

«Los corales se enfrentan a un reto en los próximos años y décadas por el calentamiento de los océanos, pero descubrimos que la conservación de los arrecifes en general puede realmente aumentar la capacidad de los corales para evolucionar y hacer frente a estos cambios», precisa Pinsky.

«Hay diversidad en la diversidad, incluso cuando se trata de corales -añade-. Tenemos que pensar no solo en salvar los lugares más fríos, donde los corales pueden sobrevivir mejor en el futuro, sino también en los lugares cálidos que ya tienen corales resistentes al calor. Se trata de protegiendo una diversidad de hábitats, que los científicos no habían apreciado completamente antes».

Los investigadores están desarrollando modelos regionales para probar estrategias de conservación para el Mar Caribe, el Océano Pacífico central y el Triángulo de Coral en el Pacífico occidental, y quieren comprender cómo las estrategias de conservación más efectivas difieren de una región a otra.

«Estamos trabajando estrechamente con los grupos de conservación que aplicarán las pautas y los resultados de este estudio a la conservación de los arrecifes de coral en todo el mundo», concluye Pinsky.