La línea se orienta a financiar proyectos que contribuyan a la lucha contra el cambio climático tanto en mitigación, es decir, proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y proyectos que promueven la adaptación a los impactos del cambio climático.
La línea contribuirá a los compromisos de España en el marco de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París, cuando las actuaciones financiadas se dirijan a países en desarrollo. En concreto, a partir de 2020 a España le corresponden movilizar 900 millones de euros anuales, el doble de los niveles de financiación climática de España en 2014.