El cambio climático ha matado a 14.000 personas en España

BIODIVERSA GALICIA

RAFA ALCAIDE | EFE

El coste económico del calentamiento global supera los 37.000 millones de euros

24 may 2019 . Actualizado a las 13:29 h.

La Agencia Europea del Medio Ambiente acaba de publicar un diagnóstico sobre los efectos del cambio climático en Europa desde 1980. Las cifras sitúan a España entre los países más perjudicados, tanto en el apartado económico como en el de pérdidas de vidas humanas. «Se trata de unos resultados que son bien conocidos para los científicos pero que necesitaban transmitirse a la población. El cambio climático no es solo perjudicial para la biodiversidad y la sostenibilidad de los ecosistemas sino que tiene costes económicos y sociales irrefutables», asegura Laura Suárez, científica en el Instituto Max Planck de Meteorología.

Los fenómenos extremos asociados al aumento de la temperatura media se reproducen de múltiples maneras. Puede ser un episodio de lluvias torrenciales, una ola de frío polar y un período prolongado de temperaturas muy altas. El calor representa el evento más mortífero y se está cebando con los países del sur. Las víctimas en España se cuentan por decenas de miles. «Las altas temperaturas son peligrosas para niños y ancianos, pero la población no es consciente de hasta que punto el calor puede ser mortal. Durante la ola del 2017, empezamos a ver en España muertes por golpes de calor en varones adultos relativamente jóvenes, de 45 años, que se encontraban trabajando al aire libre. Los efectos son sutiles al principio, y en muchos casos cuando notamos los primeros síntomas de malestar el daño que nuestros órganos ya han sufrido es irreparable, incluso letal. El calor puede causar muertes por lipotimias y también puede exacerbar condiciones ya existentes y desencadenar fallos de corazón o riñones», reconoce Suárez.

Impacto económico

El último Nobel de Economía se concedió por primera vez en la historia a dos académicos vinculados al medio ambiente. Un premio que refuerza la urgencia del momento actual y reconoce el efecto del cambio climático en el producto interior bruto mundial. En este sentido, el informe destaca que Europa ha perdido medio billón de euros para hacer frente a los costes que han generado los eventos extremos. Casi la mitad de esa descomunal cifra se concentra en cinco países: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España. «Los modelos ecológicos indican que nuestro país va a sufrir un mayor impacto económico. Por una parte, las sequías producen pérdidas importantes y además el sector del turismo, uno de los principales, notará las consecuencias. En el extranjero hay una percepción de que en España hace calor en verano. Algunas personas ya no vienen por las altas temperaturas pero si aumentan, los turistas no van a querer visitar un lugar donde el termómetro puede superar los 38 grados muy fácilmente», advierte Pablo del Río, responsable de Economía Ambiental de CSIC.

Olas de calor en Galicia

El estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente ha evaluado los efectos en los últimos 37 años. Un período en el que la temperatura global del planeta aumentó un grado centígrado respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, el calentamiento se está intensificando y también los fenómenos extremos. «El ascenso de la temperatura global no se produce de forma lineal. En los próximos años subirá sobre todo porque va a haber más olas de calor, de mayor intensidad y duración. En ciudades gallegas como A Coruña y Pontevedra se espera un incremento de la mortalidad superior al trescientos por ciento antes del 2080», reconoce Aurelio Tobías, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En sintonía con los datos recopilados en este informe de la Unión Europa, la Universidad de Stanford cuantificó recientemente el impacto que podría ocasionar cada grado que aumente la temperatura. Si sube cuatro, un escenario que no se puede descartar en absoluto, el PIB mundial podría llegar a caer un treinta por ciento, un descenso mayor que durante la Gran Depresión de 1930. No hacer nada sale más caro que actuar.