Los ecologistas tachan de «lamentable y peligrosa» la decisión de Japón de reanudar la caza de ballenas

La Voz MADRID / EFE

BIODIVERSA GALICIA

JIJI PRESS / Efe

Greenpeace dice que la decisión del país nipón es un «retroceso de todas las iniciativas de conservación de cetáceos, reguladas por la moratoria sobre caza comercial de la ballena desde 1986»

26 dic 2018 . Actualizado a las 19:00 h.

La oenegé Greenpeace considera «lamentable y peligrosa» la decisión de Japón de abandonar la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y reanudar la caza de estos cetáceos en sus aguas territoriales a partir de julio de 2019.

Así lo ha indicado la bióloga y coordinadora del área de biodiversidad de Greenpeace España, Pilar Marcos, que define el anuncio del Gobierno nipón como «algo que ya nos temíamos» y un «retroceso de todas las iniciativas de conservación de cetáceos, reguladas por la moratoria sobre caza comercial de la ballena desde 1986» y materializadas en la CBI, creada para la conservación de las ballenas y el control de su caza.

«Japón siempre ha buscado las artimañas para seguir cazando ballenas», ha criticado la bióloga, quien ha explicado que «bajo el pseudónimo de 'caza científica', los balleneros han ido poco a poco acabando con estos animales» para otros usos.

El anuncio del Gobierno de Tokio supone un «peligro triple» para estos animales puesto que se desconoce las cuotas de caza que establecerá «al no estar ya bajo la salvaguarda de un organismo internacional», se dificultará el estudio de las ballenas, «de las que se sabe muy poco al vivir en mar abierta», y se puede producir un «efecto de bola de nieve sobre los países que las han cazado históricamente, como Noruega e Islandia», ha advertido Marcos.

Greenpeace pide ahora que «los países más conservacionistas, como Australia, Estados Unidos o los integrantes de la UE, denuncien al Tribunal de Justicia Internacional estas prácticas» y, sobre todo, que vigilen las actividades pesqueras japonesas.

Las organizaciones ecologistas «solo podemos seguir creando conciencia, vigilando y denunciando las irregularidades», ha concluido Marcos, quien espera «no tener que volver a los años 80» del siglo pasado, cuando fue necesario desarrollar una «intensa lucha» para promover la conservación de las ballenas y «evitar la extinción de muchas de estas especies».