Invasión asiática (de avispas)

BIODIVERSA GALICIA

Avispa velutina
Avispa velutina

Las especies invasoras ponen en riesgo la biodiversidad del planeta. Así llego, se reprodujo y se convirtió en una amenaza para Europa le velutina

26 abr 2019 . Actualizado a las 18:55 h.

Tras la modificación de los hábitats naturales por el hombre, las especies invasoras son la mayor amenaza para la biodiversidad del planeta. La avispa asiática es una de ellas.

Los primeros ejemplares de avispa asiática, cuyo nombre científico es Vespa velutina, habrían llegado a Francia a comienzos de siglo, probablemente en 2004, procedentes de China, en el interior de contenedores con mercancías importadas de ese país asiático. Algunos investigadores consideran que una sola avispa reina pudo ser el origen de su presencia en Europa hoy en día. Se han encontrado ejemplares de avispa asiática en Francia, Bélgica, Italia, Portugal y, por supuesto, en España.

En la península ibérica, la primera detección de avispa negra -también se la conoce por este nombre debido a que la mayor parte de su cuerpo es de color marrón o negro-  se produjo en Amaiur, Navarra, en 2010. Desde el valle de Batzan se ha extendido por todo el norte peninsular;  Asturias incluida.

A finales de invierno, cada reina de avispa asiática establece una nueva colonia, de donde salen las primeras obreras, que se dedican a labores de mantenimiento y mejora del nido, del cual emergen nuevas obreras y finamente machos y hembras. Cuando el otoño está llegando a su fin, mueren las obreras y los machos después de haber fecundado a las hembras, que serán las reinas en la siguiente temporada; en esta misma época del año, la reina, tras haber cumplido la función de formar una colonia, también muere.

Las futuras reinas hibernarán en grietas o huecos de paredes o edificios; de ahí que los nidos aparezcan con relativa frecuencia en casas rurales. También es frecuente que se trasladen de este nido primario a la copa de arboles cercanos -como se comentó mas arriba-, donde establecen un segundo nido, que en ocasiones puede llegar a tener hasta un metro de diámetro y albergar entre 1.200 y 1.800 avispas.

Por el contrario, las especies autóctonas de avispa tienen comportamientos diferentes. Por un lado, construye sus nidos en huecos de arboles o incluso en el suelo; por otro, el nido tiene una entrada amplia en su base, a través de la cual podemos ver las celdillas en su interior, circunstancia que no ocurre en los nidos de avispa asiática, que tienen un pequeño orificio de entrada lateramente.

El avispón asiático es un depredador feroz de las abejas melíferas; y también de otros insectos polinizadores, arañas, orugas y libélulas. Una sola avispa es capaz de capturar varias decenas de abejas en un solo día. Además, tiene un comportamiento territorial, expulsando a otras avispas que entren en su territorio. El comportamiento depredador sobre la abeja melífera provoca colmenas con escasez de obreras y, como a perro flaco todo se le vuelve pulgas, un colmena con pocas obreras es un objetivo fácil para la avispa asiática, que puede penetrará directamente en el interior y alimentarse de las reservas de miel.

Así pues, la captura de abejas melíferas por la avispa asiática influye negativamente en la apicultura debido al debilitamiento de las colmenas. El instinto de supervivencia, común a todas las especies animales, de las abejas melíferas reconoce el peligro que la avispa asiática representa. De este modo, las abejas, temerosas, abandonan la recogida de polen y néctar, refugiándose en la colmena. La consecuencia es una falta de reservas de miel y polen y, finalmente, la desaparición de la colmena.

En cuanto a las consecuencias que para la salud de las personas puede tener una picadura por avispa asiática, las más graves se producen cuando la persona es alérgica a la picadura de avispa asiática. Ahora bien, también se puede producir una reacción alérgica por picadura de avispa autóctona, no solo por avispa asiática. Una reacción alérgica es el resultado de un funcionamiento anómalo del sistema inmunitario y se puede desencadenar tanto ante la picadura de una como de otra avispa. Afortunadamente, solo el 3% de los españoles sufre reacciones alérgicas generalizadas a picaduras de avispas y/o abejas según estudios de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

Las reacciones alérgicas se desencadenan siempre tras la segunda ocasión en la que el individuo entra en contacto con el alérgeno o veneno. La primera picadura sensibiliza frente al veneno. Aparte del edema o hinchazón de la piel en el punto de picadura, la aparición de mareos, dolor abdominal, nauseas o asfixia indica que se trata de una reacción alérgica sistémica y se debe tener asistencia médica de inmediato. El tratamiento de la reacción alérgica consiste en la administración de  adrenalina, antihistamínicos y corticoesteroides, según la gravedad de la reacción alérgica, que actúan paliando la sintomatología.

Lo mejor, como siempre,  es prevenir, evitar la picadura; y ante un nido de avispa asiática reprimir la natural curiosidad y dejar las tareas exploradoras de nidos de avispa asiática en manos de investigadores y naturalistas.