El mural de la casa rectoral de Ribeira que nunca más podrá volver a verse

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

RIBEIRA

Damián Porto

La pintura ha desaparecido por completo y la construcción agoniza

01 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La casa rectoral de la parroquia de Santa Mariña de Ribeira, en el municipio de A Estrada, es uno de los diez bienes patrimoniales de la comarca que corre grave riesgo de desaparición. Incluida en la lista roja del patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra y también en la de Patrimoniogalego.net, la construcción, que forma parte de uno de los mejores conjuntos neoclásicos de Galicia, se mantiene en pie a duras penas. La cubierta se ha perdido hace años, las paredes se desmoronan poco a poco y el interior, expuesto a la intemperie y tomado por la maleza, está condenado a desintegrarse rápidamente.

De hecho, algunas partes ya lo han hecho. Es el caso de los frescos que en su día decoraron alguna de las habitaciones nobles situadas en la primera planta de la casa parroquial. Hace una década, el historiador local Damián Porto Rico documentó fotográficamente una de las obras. Se trataba de una pintura mural realizada con la técnica del estucado, poco frecuente en la zona. La obra ilustraba una escena de pesca —puede que de la antaño gloriosa pesca del salmón— a orillas del Ulla. En ella aparecen un hombre pescando a la derecha, un puente que podría ser el de Sarandón al fondo y una pescantina a la izquierda. Investigando en los libros de la rectoral no se ha encontrado nada sobre el autor o la historia de esta curiosa pintura. A cielo abierto y realizada con una técnica tan delicada, la obra se ha perdido para siempre antes de poder ser estudiada siquiera.

Igual suerte les espera al resto de elementos del conjunto neoclásico, anexo a la iglesia de Santa Mariña de Ribeira, con la que forma un conjunto indisociable.

La casa parroquial, que estuvo habitada hasta mediados del siglo pasado, es de planta cuadrada y cuenta con varias edificaciones anexas, lagar, lareira, hórreo de tres cuerpos, viña y jardín. No obstante, a día de hoy todo se ha convertido en una ruina.

Solo la lareira sigue en pie, dejando adivinar el esplendor que la casa rectoral debió de vivir alguna vez. En el lagar, en cambio, la viga ya ha cedido, igual que todo el piso y el entramado de vigas que sustentaban la planta superior de la casa. El hórreo se ha quedado en los huesos y el jardín con palmeras y camelios centenarios es ahora una selva.