Un restaurante de Lalín servirá un mero de 41 kilos de peso

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

RIBEIRA

Cedida

El ejemplar fue comprado en la lonja de Ribeira y se degustará en el Mesón O Cruce

02 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Si de algo podemos presumir en Galicia es de productos de calidad. Dentro de un amplio abanico, el mar sigue ofreciendo delicias para el paladar criadas en nuestras rías. Y de allí procede un mero de récord vendido en la lonja de Ribeira y que estos días irá a parar a los platos de los clientes del Mesón O Cruce en Lalín. Su propietario, Alberto Canda, mostraba ayer en redes este magnífico ejemplar de 41 kilos que poco menor altura tiene que su comprador.

Canda explica que «case todo o pescado o collo na lonxa de Ribeira». Lo adquirió la tarde del miércoles. Explica que «é un peixe de anzuelo capturado á liña». Lo habitual, señala, «é que podas atopar meros de dez ou doce quilos ou rapes de 20 quilos, pero un mero de 41 quilos é complicado, é máis sendo daquí, das nosas rías». En esa jornada de pesca a la lonja llegaron no solo este mero extraordinario sino también otro singularmente grande de 22 kilogramos, apunta Canda.

El destino del que llegó ya al Mesón de O Cruce, en la parroquia lalinense de Vilatuxe, es el comedor y alimentar a los clientes que acuden a diario al establecimiento. Canda aún no calcula para cuántas raciones dará el mero. «Aíno que desosar e xa veremos, pero penso que non vai durar moito». Y es que ayer, a su publicación en las redes no le faltaban ya en poco tiempo los comentarios de admiración. Por si hay algún interesado Canda asegura que se servirá a la brasa y a la plancha.

El mero es uno de los pescados, comenta, que ofertan cuando está en temporada. La preparación no variará y viene siendo la habitual para este pescado en el restaurante lalinense. Fue capturado por el barco Mar de Nemiña, según consta en su etiqueta. Los pescados frescos junto con los mariscos y las carnes son parte de las señas de identidad que distinguen al Mesón O Cruce. Y ya lo dice el refrán: de la mar, el mero.