A cuatro kilómetros del litoral ribeirense está situada una de las seis boyas automáticas con las que cuenta la Xunta para estudiar los fondos marinos
03 may 2023 . Actualizado a las 20:33 h.Lleva desde el 2011 siendo la mejor espía de todo lo que ocurre en el mar de Ribeira, y tras realizarle unas pequeñas reparaciones, ayer volvió a ocupar su lugar de vigilancia a cuatro kilómetros del litoral. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, su homóloga de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y el delegado de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, surcaron la ría acompañados por el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, el presidente de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, José Pérez Sieira, y el de la Federación de Cofradías de A Coruña, Daniel Formoso, para conocer todas las utilidades de esta boya, que forma parte de las seis plataformas automáticas con las que cuenta el Observatorio Costeiro de la Xunta.
El acto empezó con una presentación en la lonja, donde la científica Silvia Torres explicó cuáles son los objetivos de esta institución y por qué es tan importante su papel dentro del mundo de la investigación y el desarrollo medioambiental y económico de la zona.
La experta puso en valor la colaboración con 20 años de trayectoria entre la consellerías del Mar y de Medio Ambiente, que unen fuerzas y suman recursos y el talento de los profesionales del Intecmar, el Cetmar, y de MeteoGalicia.
Este esfuerzo por reunir datos de calidad se refleja también en los proyectos desarrollados junto al gobierno portugués, que permiten que el observatorio forme parte del plan transfronterizo RAIA, que pretende recabar información procedente de 1.500 kilómetros de costa y facilitar el desarrollo sostenible de los sectores productivos ligados a la economía azul.
Datos accesibles
La científica dio especial importancia al carácter abierto de los datos, que están disponibles en la página web del observatorio y se actualizan cada diez minutos, lo que posibilita un seguimiento fiel y pormenorizado de los datos con los que hacer series históricas.
Al final de la presentación intervino primero la conselleira do Mar, que empezó su intervención agradeciendo el trabajo excepcional de los profesionales del observatorio y aprovechó para mandar un claro mensaje a Europa, asegurando que el respeto al medio ambiente es central para el gobierno gallego, pero que esto debe ser compatible con las necesidades sociales y económicas, siempre bajo el control de las administraciones: «Creo que poucas rexións europeas teñen tantos científicos que se estean dedicando a estudar os mares».
Ángeles Vázquez abogó por «seguir loitando por esa xestión integrada que teña en conta o eido social, medioambiental e económico». Por este motivo, según manifestó la representante autonómica, la Xunta viene de aprobar el proyecto de Lei de ordenación e xestión integrada do litoral de Galicia.
Ver el futuro con una baliza en vez de una bola de cristal
Tras el acto de presentación en el que abundaron términos técnicos y se puso en valor el enorme trabajo que realizan los científicos para la mejora y mantenimiento de la plataforma automática de Ribeira, llegó el momento de visitar la estructura flotante, alejada varias millas de la costa.
Predicciones
Colaboración con MeteoGalicia. Una de las utilidades de este aparato no es otra que la de brindar información meteorológica. A través de la inteligencia artificial hace una predicción para las próximas 48 horas, y después los datos son corregidos utilizando las estaciones de tierra de MeteoGalicia y las plataformas automáticas.
Invertir en ciencia
Coste elevado. El precio de este tipo de estructuras flotantes oscila entre los 50.000 y los 100.000 euros, dependiendo de las herramientas que se le vayan incorporando con el tiempo. Las boyas son sacadas del agua cada dos años para modernizarlas.
Trabajo continuo
Mantenimiento. Aparte de las tareas de optimización que se hacen cada 24 meses, los científicos visitan las plataformas cada 15 o 30 días con el objetivo de quitar los mejillones que se hayan adherido a ellas así como retirar la suciedad y solucionar posibles averías.
¿Dónde están?
Seis en toda Galicia. Estas boyas equipadas con todo tipo de aparatos de medición están situadas en seis lugares estratégicos: Ribeira, Cortegada, las islas Cíes, el puente de Rande, Muros y A Guarda. La costa norte no dispone de ellas ya que la mayoría de temporales entran por el océano Atlántico.
Falsas alarmas
Actuación rápida. Cuando alguno de los datos registrados es inusual o extraño, la boya envía un mensaje urgente al sistema informático, lo que hace que lleguen notificaciones a los teléfonos de los científicos. Silvia Torres explica que no son muchas las ocasiones en las que esto sucede, y que muchas veces se debe a pequeños fallos de las herramientas de medición.
Investigación
Datos abiertos. La información recogida por las plataformas se renueva cada diez minutos y es subida a servidores accesibles, lo que posibilita que cualquier usuario, profesional o no, pueda utilizarla libremente.