Ruiz dice que Mariño ratificó la licencia de la gasolinera de Xarás por la que le reprueba

El salón de plenos del Concello de Ribeira acogió este miércoles una sesión extraordinaria, impulsada por el alcalde, Manuel Ruiz, para dar cuenta de la situación de la gasolinera de bajo coste instalada en Xarás, una cuestión por la cual el portavoz del PBBI, Vicente Mariño, ha solicitado la reprobación del regidor y sobre la que su grupo presentó una moción para ser tratada en el pleno ordinario del día 26. «Vamos a pedir su reprobación y no sé si su dimisión», le espetó Mariño a Ruiz tras asegurar que oculta información e insinuar que el grupo de gobierno no actuó correctamente a la hora de conceder la licencia de obra a la empresa responsable de la estación de servicio. Ante esto, el regidor contestó señalando que el propio Vicente Mariño estaba en la junta de gobierno que ratificó la licencia.

En una sesión tensa, en la que se ofrecieron muchos datos sobre el procedimiento, Manuel Ruiz comenzó su exposición afirmando que quiere «máxima transparencia» y lamentando que se esté atacando su «honorabilidade» y la de su equipo. Defendió que la licencia de obra se concedió porque todos los informes eran favorables: «Non había outra posibilidade que aprobala». Eso sucedió en abril del 2014, en una junta de gobierno en la que el mandatario no estaba presente y de la que Mariño aseguró ausentarse «porque ya veía por donde iban a ir los tiros y, llegado a ese punto, le dije a la secretaria que me iba».

El proceso fue conflictivo, porque la agrupación de gasolineras presentó un recurso de reposición cuando el Concello dio luz verde a la construcción de la estación ubicada en Xarás: «Nese momento, os membros da xunta de goberno local coñecían os informes e as alegacións, que estudaron e desestimaron». En esa comisión estaba el actual portavoz del PBBI, al que Ruiz le echó en cara que tuvo «a oportunidade de votar en contra. Directamente aprobou a licenza e desestimou o recurso».

Como no podía ser de otro modo, en el debate salieron las sentencias judiciales emitidas sobre el proceso. En una de ellas se ordena el derribo de la gasolinera por estar instalada en una finca en la que se produjo un incendio, y la Lei de Montes impide cambiar los usos de un terreno que fue pasto de las llamas hace menos de 30 años.

Cambio en el catastro

La estación de servicio sigue en pie porque el propietario del suelo pidió una regularización catastral «tras ver o erro, e presentou a documentación que dicía que esa parcela era diferente á outra, que si foi afectada polo lume. O Catastro deulle a razón, cambiouse e inscribiuse no rexistro da propiedade. Presentaron de novo no Concello toda a documentación e os informes volveron ser favorables. Sobre esta segunda licenza non hai sentenza, hai un auto».

Esta situación generó dudas sobre la responsabilidad patrimonial que podría tener el Ayuntamiento de Ribeira si, finalmente, llega una decisión judicial firme que implique derribar la gasolinera, algo sobre lo que el portavoz del BNG, Luís Pérez Barral, apuntó que le podría suponer a las arcas municipales más de un millón de euros. «O risco para o Concello existiría seguro se non aproba a licenza. Deixen de meter medo. Non hai unha reclamación ao Concello e moi dificilmente tería responsabilidade patrimonial. Actuouse conforme ao dereito e cos informes favorables», explicó el regidor.

Ante todas las disputas, el edil socialista José Manuel Suárez-Puerta criticó que los enfrentamientos que se ven en el salón de plenos «acaban siendo auténticos espectáculos», para después asegurar que su grupo político no iba a entrar en «valoraciones personales» y sí pondría a disposición de su asesoría jurídica toda la documentación disponible para trasladársela a la Fiscalía para que investigue si hay delito o no. A esto, Manuel Ruiz contestó que aplaudía que lo valoren «e o manden a onde queiran antes que difamar».

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