Antonio Rial: «Utilizamos a la consola como niñera y eso se vuelve en nuestra contra»

Carlos Peralta
Carlos Peralta RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Antonio Rial,profesor de psicología de la USC
Antonio Rial,profesor de psicología de la USC XOAN A. SOLER

El profesor de la USC charlará en Ribeira sobre las adicciones de los adolescentes a las tecnologías

08 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Rial es doctor en Psicología Social y profesor de la Universidade de Santiago. Lleva más de una década dedicado al estudio de las adicciones de los adolescentes a las tecnologías. Junto a María Iglesias, psicóloga social sanitaria de Renacer, imparte mañana, a las 19.00 horas, una charla en el centro cultural Lustres Rivas junto a las AMPA de Ribeira y otros concellos. El objetivo de este coloquio pasa por concienciar a padres y madres de los peligros que entraña un uso abusivo de las tecnologías, especialmente en edades tempranas. Rial ofrece una charla de cerca de 45 minutos y, más tarde, Iglesias desgranará todas las iniciativas que su asociación lleva a cabo en Ribeira, «uno de los concellos donde mejor se están haciendo las cosas. Renacer tiene un compromiso brutal», reconoce el docente de la USC.

«Tenemos problemas de adicción en el uso de la tecnología de niños y adolescentes», afirma el profesor. El empleo excesivo de dispositivos tecnológicos como ordenadores, videoconsolas o los móviles inteligentes conlleva todo un carrusel de consecuencias: ansiedad, déficit de atención, sedentarismo, problemas de salud mental... «Es el principal conflicto en los hogares», remarca Rial, que ejerció de director científico de un estudio coordinado entre la USC y Unicef, Adolescentes y tecnología, ¿cómo la utilizan?. En este informe, se reflejan datos reveladores en torno a la utilización de los móviles: uno de cada tres adolescentes hace un uso problemático de internet y de las redes sociales y uno de cada cinco reconoce cierta adicción a los videojuegos. «Utilizamos a la consola como niñera y se vuelve en nuestra contra», apunta Rial.

El profesor insiste en que, para hacer frente a esta problemática, es necesario, cómo no, dar ejemplo. «Internet es una tentación para todos, pero la adolescencia es la etapa de mayor vulnerabilidad, cualquier conducta adictiva en esta etapa tiene tres o cuatro veces más opciones de convertirse en una adicción a medio plazo», subraya. El asunto no es baladí, según varios datos que arroja el estudio liderado por Rial: más del 40% de los adolescentes reconocen haber recibido mensajes de contenido erótico y uno de cada diez afirman que les han enviado propuestas de índole sexual por parte de un adulto. Unos datos a nivel nacional que, según señala el profesor, «son muy similares en Galicia».

Varios de los hábitos que recomienda eliminar los podemos ver, habitualmente, en jóvenes y adultos. Utilizar el móvil durante una comida o una cena o dormir con el teléfono en la mesilla de noche son algunas conductas de riesgo a largo plazo. Si los mayores de la casa repiten estos comportamientos, pierden autoridad a la hora de marcar límites.

Edad idónea para tener móvil

¿A qué edad deben obtener los niños su primer teléfono móvil? Es una de las preguntas del millón y una cuestión recurrente en las charlas que, durante años, Rial imparte por todo el país. «Los expertos establecen que la edad ideal son los 13 años», afirma. Eso sí, una vez el joven obtiene el teléfono, se debe controlar su uso. Por ejemplo, el profesor Antonio Rial desaconseja que acudan diariamente al colegio con el móvil: «El 70 % lo lleva todos los días a clase y es una fuente de conflictos; el profesorado está cansado porque no se los pueden quitar, la ley no es muy clara».

La actividad deportiva es una alternativa y un antídoto idóneo para prevenir este tipo de adicciones. «Los chavales que pasan demasiado tiempo con los videojuegos dedican menos tiempo a leer o a hacer deporte», apunta, sobre un hecho que afecta, de forma mayoritaria, a jóvenes barones. Por el contrario, los adolescentes que dedican tiempo a hacer deporte son, sin embargo, tres veces más susceptibles de caer en la trampa de otra adicción vinculada a las tecnologías: las apuestas online.