«Tiña máis ganas de deixar de fumar que confianza en min mesmo, pero logreino»

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

MARCOS CREO

Maximino Calo dejó su adicción en las sesiones que se realizan en el centro de salud de Ribeira, cuyo personal sanitario conmemoró el Día Mundial sin Tabaco

17 ene 2023 . Actualizado a las 19:26 h.

Romper el hábito del consumo de tabaco no es fácil, pero sí posible con esfuerzo personal y ayuda externa como la que proporcionan en el centro de salud de Ribeira la trabajadora social Isabel Fernández Lema y la farmacéutica Rosana Castelo. Tras el parón obligado por la pandemia, ambas están retomando las sesiones grupales para quienes desean ganar la batalla a la nicotina. Ayer, Día Mundial sin Tabaco, parte del personal que trabaja en el dispensario hizo causa común frente a los nocivos efectos del tabaquismo luciendo durante la jornada laboral unas camisetas con la inscripción: «Yo no fumo».

Fue también el momento para que volvieran a reunirse antiguos consumidores que dejaron el hábito con la ayuda de ambas profesionales. Por allí pasaron Maximino Calo, que lleva ya 19 meses libre de nicotina, reconoce que tuvo que ponerle empeño: «Tiña máis ganas de deixar de fumar que confianza en min mesmo, pero logreino».

También relataron sus experiencias José Antonio Rodríguez, que lo dejó en octubre: «Nunca pensei que fora ser tan fácil» y Rosa Maneiro, una veterana que dijo adiós al tabaco hace tres años. Con ellos, Irimeia Barroso, que ha regresado a las sesiones tras una recaída después de ocho meses sin haber encendido un cigarrillo. En el equipo, como afirma la médica residente de atención primaria María Camba, los tropiezos se consideran éxitos porque el período que se ha estado sin consumir es tiempo ganado.

María Camba también colabora en el proyecto, como lo hace la enfermera residente de Ribeira Tania Sampedro, involucrada al máximo en la jornada sin tabaco.

Cuatro semanas

La convicción con la que la trabajadora social Isabel Fernández habla sobre el procedimiento seguido en las sesiones para romper con el tabaco es capaz de arrastrar a cualquier empedernido fumador. Explica que las sesiones de grupo duran unas cuatro semanas y que posteriormente se hacen otras individuales, siempre con asesoramiento médico: «Cada persona es distinta y hay que adaptarse».

Relata, por ejemplo, que Maximino Calo estuvo varias semanas en las que precisaba fumar cinco cigarros al día. Teniendo en cuenta que su promedio estaba en cajetilla y media, parece razonable darle un margen de tiempo mayor. En el caso de Rosa Maneiro, se quedó estancada en tres diarios hasta que definitivamente lo dejó.

Sobre el procedimiento seguido, Isabel Fernández apunta que es una reducción progresiva. A los asistentes se les hace un sondeo para conocer qué perfil de consumidor es. El aspecto al que da más importancia es al de anotar cada cigarro que fuman, el grado de satisfacción que les proporciona y la hora. Isabel Fernández afirma que este aspecto es esencial y la exfumadora Rosa Maneiro reconoce que para ella fue de gran ayuda. Otra premisa básica, comprarse una hucha y meter en ella el dinero ahorrado: «Para darse un capricho. Hay quien lo ha gastado en un viaje y otros que están ahorrando para una moto», recalca Isabel.

Por su parte, la farmacéutica Rosana Castelo es la encargada de comentar a los asistentes los efectos nocivos del tabaco. En ellas, el apoyo del grupo resulta fundamental.

En cuanto al horario de las sesiones, las hay a las 8.30 de la mañana, pero Isabel Fernández recalca que «se ajustan en función del grupo y de la actividad laboral de los asistentes. La trabajadora social subraya que «la motivación es importante», pero recalca que los ritmos de deshabituación deben adaptarse a cada persona y a las circunstancias por las que atraviesa.

MARCOS CREO

Renacer sacó a la calle su mesa informativa

La Asociación Antidroga Renacer colocó en la calle Galicia de Ribeira una mesa informativa sobre los nocivos efectos del tabaco. Las asistentes también lucieron la camiseta y allí estuvo la presidenta, María González.