De conseguir alojamientos para una docena de refugiados se encargó el departamento de Servizos Sociais ribeirense, mientras que el resto está previsto que sean trasladados a Vilagarcía. Antes de establecerse en las que serán sus nuevas viviendas, está previsto que la expedición pase su primera noche en tierras arousanas en el Hostal Áncora de Santa Uxía, cuyo propietario cedió las instalaciones de forma desinteresada. Además, varios establecimientos de Ribeira aportaron comida y fruta para que los visitantes pudieran reponer fuerzas durante el trayecto en autobús.
Rubén Lijó explicaba que tanto la cifra de refugiados que se subirían al autobús como el número de ellos que se quedarían en Ribeira era provisional, puesto que dependería de la decisión que estos tomaran en cuanto aterrizaran en Barajas: «Nosotros podemos traer a medio centenar, pero ahora depende de ellos si quieren venir a Galicia o prefieren trasladarse a otro punto de España».