Natalia Chernyavska: «No sabemos nada de nuestro hijo Andrés, ni tampoco he tenido contacto con mi hermana ni mi padre»

RIBEIRA

Natalia Chernyavska, ucraniana que reside en Ribeira
Natalia Chernyavska, ucraniana que reside en Ribeira CARMELA QUEIJEIRO

Residente en Ribeira desde hace 16 años, la ciudadana ucraniana afirma que «solo queremos la paz»

26 feb 2022 . Actualizado a las 21:31 h.

Conteniendo las lágrimas que pugnan por brotar de sus ojos y con la voz temblorosa, a punto de salir de casa para ir a trabajar, la ucraniana Natalia Chernyavska exclama: «Solo queremos la paz. Esta situación tiene que acabar». La inquietud la está minando porque, comenta, «no sabemos nada de nuestro hijo Andrés, ni tampoco he tenido contacto con mi hermana ni mi padre». Pese a la angustia, intenta mantener la entereza. Explica que los problemas con las comunicaciones y la falta de internet los mantienen en vilo a ella y a su marido, «estamos preocupados por nuestra familia y por nuestros amigos». Tampoco saben si su casa continúa en pie.

Son muchos los temores que la invaden. Entre ellos, que su hijo Andrés, de 31 años, pueda resultar herido, o reclutado para la guerra. Precisa que el último contacto lo mantuvo el lunes con su madrina, pero desde entonces no ha conseguido establecer comunicación. También le inquietan sus nietos, Maxi, de 13 años, y Sofía, cuyo padre es el mayor de sus hijos, Antonio, que reside en Rusia. Son un cúmulo de temores a los que debe hacer frente mientras atiende sus obligaciones laborales. Su padre, manifiesta, tiene 80 años y tampoco sabe cómo se encuentra.

Procedente de la región de Donbas, Natalia Chernyavska se estableció en Ribeira hace 16 años. El primero en venir fue su marido, que se animó a emprender el camino de la emigración porque ya tenía un hermano trabajando en la pesca en el municipio. Un año después lo hizo ella, dedicada al cuidado de personas mayores y al servicio doméstico. Explica que prácticamente desde que llegó trabaja para las mismas personas que, dice, «son como mi familia». Se siente muy a gusto en Ribeira: «La gente es muy cariñosa, muy dulce» y subraya el apoyo recibido por parte del personal del área de Servicios Sociais en el proceso de integración: «María José Carreira es nuestro apoyo». 

El matrimonio viajó por última vez a Ucrania el pasado agosto, donde tuvieron ocasión de disfrutar de la compañía de sus seres queridos. Tenían pensado hacerlo también este año, pero Natalia Chernyavska reconoce que «ahora no sabemos. No podemos pensar». La mayor preocupación, saber cómo está su familia y que todo acabe cuanto antes.