La subida de los materiales deja obras públicas desiertas al no cubrir costes

El complejo entramado burocrático motiva que entre la elaboración de un presupuesto para una obra pública y la licitación del contrato transcurran meses, en el mejor de los casos, y hasta períodos superiores a un año. Es algo habitual que venía asumiéndose, pero que a consecuencia de la brutal escalada de precios de las materias primas se ha convertido en un problema para las Administraciones locales, que ven como quedan desiertos concursos de adjudicación de proyectos por los que, en otras condiciones, pugnarían las empresas. El motivo, que las estimaciones de precios no cubren costes y a las firmas les resulta inviable realizar el trabajo.

Por una situación de este tipo acaba de pasar el Concello de Ribeira con la construcción del centro de tecnificación de A Fieiteira. Lo explicaba el alcalde, Manuel Ruiz, al comentar que ninguna firma concurrió al proceso. Al buscar los motivos de la falta de interés en una actuación que implica tiempo de ejecución y mano de obra, la respuesta fue el desfase del presupuesto. Así, a las Administraciones local y autonómica no les quedó otro remedio que actualizar valores. El proyecto asciende ahora a 1,5 millones.

No ha quedado desierto, pero casi, el concurso para la reforma de la plaza de abastos de Noia, que supera el millón de euros. El regidor, Santiago Freire, precisa que se le ha adjudicado a la única compañía que concurrió. Desde luego, esta falta de interés no pasó desapercibida. Freire comenta que el presupuesto fue redactado en el 2019 y que «houbo empresas que se interesaron, pero dixeron que coa subida do custe dos materiais complicáballes facer o traballo».

Una actualización

En la comarca hay diversas firmas que suelen concurrir a los procesos de contratación de obra pública, como es el caso de Pavimentos Noia. Su responsable, Yanira Somoza, es conocedora de que están quedando obras desiertas por el desajuste entre el coste real y el previsto.

Subraya que transcurre demasiado tiempo entre que se elaboran los presupuestos y su salida a concurso: «Ultimamente xa se sacaban as licitacións moi axustadas, pero agora, co incremento dos materiais nos últimos meses resulta imposible».

En su caso, Somoza comenta que recientemente rechazaron la invitación de un concello de Barbanza para presentar propuestas para una actuación porque no era asumible. Manifiesta que «co volume de traballo que hai, tes que analizalo moito á hora de presentarte e ver se cobres».

En términos similares se expresa Avelino Queiruga, de la firma sonense Río Sieira. Apunta que «o que pasou coas materias primas o ano pasado foi de tolos. Non sei se as cousas de cara aos vindeiros meses cambiarán».

El empresario comenta que en su caso no han tenido que rechazar ninguna invitación: «Optamos ás obras en función da carga de traballo que temos e a parte do prezo avaliamos outros factores como os desprazamentos, porque o combustible tamén se encareceu moito, ou o tempo de realización dos traballos».

Indica que está al tanto de que hay actuaciones que no encuentran candidatos para su realización por el desfase, al tiempo que precisa que «notamos que nos proxectos que se fixeron ultimamente e que saíron a licitación ao pouco tempo os prezos xa están actualizados. O problema radica nos que xa veñen de atrás».

Algunas firmas hicieron acopio de aquellos materiales que utilizan en mayor medida al ver que los precios se disparaban. Sin embargo, los artículos también escasean y resulta bastante difícil conseguir todo el producto que se demanda.

Las actuaciones en licitación por parte de los concellos rondan los nueve millones de euros

La obra pública gestionada por los ayuntamientos constituye una importante inyección económica para las empresas. En la actualidad, según los datos recopilados en las Administraciones locales, las actuaciones en período de licitación rondan los nueve millones de euros. A la cabeza se sitúa el Concello de Ribeira, con un montante de 4,5 millones. Esta cuantía se suma a las que ya están en marcha, como la estación de autobuses o el auditorio.

El regidor de Outes, Manuel González, cita obras del POS que superan los 200.000 euros, así como la reforma de la EDAR. Reconoce que los proyectos fueron elaborados hace tiempo y que los contratistas han manifestado el desajuste con los precios.

También Mazaricos tiene importantes inversiones en marcha, entre las que su mandatario, Juan José Blanco, destaca el medio millón de euros destinado a la creación de la senda del río Xallas, que enlaza con rutas de Outes y Dumbría.

Por su parte, en Boiro cifran las inversiones en proceso en cerca de 800.000 euros y en Porto do Son, en 900.000 euros las pendientes de licitar.

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