El comerciante que va a contracorriente: del mundo «online» a la tienda física

Marta Casais
m. casais RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Lisardo Vilar abrió un local después de 14 años en el comercio electrónico

30 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lisardo Vilar comenzó su aventura en el comercio en línea hace ya 14 años, pero, al contrario de la tendencia, ha decidido centrar parte de su negocio en el mundo físico abriendo un local en Ribeira. La historia de lo que es ahora El Almacén Infinito, una tienda de chucherías y papelería, se remonta a casi los inicio del comercio electrónico cuando Vilar, buscando vender un teléfono móvil de segunda mano, encontró en Ebay la facilidad para hacerlo. «Lo vendí en dos días y me di cuenta de que este era un sistema que se podía explotar», recuerda el empresario.

A partir de ahí, este emprendedor decidió apostar por la Red. Comenzó a vender diversa mercancía China y una vez estaba en una posición más establecida se lanzó a los proveedores españoles. «He ido ampliando según necesitaba, y según veía que tenía posibilidades cambiaba o añadía productos. Empecé con 200 referencias y ahora tengo 3.000».

Hace unos meses decidió aprovechar el local en el que estaba almacenando sus productos y abrirlo al público. Chucherías, juguetes y papelería, es un fondo ecléctico de productos al alcance del público a través tanto de diversas plataformas online como en su establecimiento. «Tenía todo pagado: el alquiler, la luz... Antes lo usaba para almacenar la mercancía y hacer los paquetes que hicieran falta. Al final iba a estar aquí igual, así que ¿por qué no aprovechar también para ofrecer el servicio más personal?», explica Vilar.

Aunque la decisión de instalarse físicamente ha sido bien acogida entre los vecinos, la gran parte de la facturación de El Almacén Infinito sigue proviniendo de las ventas por Internet. «Ahora mismo estamos en un 20 % de ventas en físico y un 80 % en línea. La gente se está animando ahora más porque es Navidad, pero normalmente facturo menos en la tienda». El ribeirense desvela que su objetivo a medio y largo plazo es conseguir un equilibro entre ambas facetas del negocio, algo que le libre de alguna de las partes más complicadas del comercio electrónico.

Ribeira Store

Al igual que varios negocios de la zona, el de Lisardo Vilar está adherido a la plataforma municipal Ribeira Store, donde los locales ribeirenses pueden vender sus productos y servicios por Internet: «Yo fui de los primeros que buscó a personas que se unieran a la iniciativa». Vilar, que ya tenía experiencia de plataformas como Amazon y Aliexpress, actúo como vínculo entre los promotores del Concello y los empresarios de la ciudad.

«Es una buena idea, pero todavía tiene mucho que mejorar y madurar. La gente aún tiene que acostumbrarse», señala el ribeirense. Indica, además, que la adaptación, sobre todo a la hora de enviar grandes pedidos, hace que en la zona este tipo de ventas se vean con cierto recelo. «Yo lo entiendo, a veces es mucho trabajo estar pendiente de tantas cosas. El otro día tuve que estar aquí hasta las tres de la mañana para completar un pedido, así que comprendo que haya quien no quiere hacer eso», comenta.

El negocio de Vilar también se ha dado a conocer en la capital barbanzana por su política de llevar los productos de las fábricas directamente a los consumidores. «Aquí es todo cerrado. Gusta más porque el producto está más fresco y no es manipulado por nosotros», puntualiza el empresario.

Esta particularidad atrae sobre todo a los clientes que más preocupados pueden estar con ciertas cuestiones, como los alérgicos al gluten: «Para ellos es importante que no haya contaminación. Saben qué pueden comer y qué no, y si se lo juntas en un mismo paquete contaminas el producto entero».