El percebe de Aguiño llega a 129 euros en uno de los mejores inicios de campaña

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

MARCOS CREO

El valor medio superó las expectativas de un sector pesaroso por el poco crustáceo

09 nov 2021 . Actualizado a las 04:52 h.

Las condiciones del mar eran las mejores: absoluta calma y marea baja, lo que posibilitó a los percebeiros de Aguiño moverse a sus anchas por las piedras en la primera jornada de campaña. Precisamente, esas condiciones excepcionales les permitieron comprobar que, lamentablemente, el crustáceo escasea. De hecho, con el capacho en la mano recién desembarcado de la lancha, algún profesional afirmaba: «Hoxe ben, pero a ver como se traballa cando bata o mar». En la rula, mientras escogían el crustáceo para la subasta de las tres de la tarde, daba igual a quien se preguntase porque el sentimiento de pesadumbre por lo que vaticinan como una mala campaña era generalizado.

El contrapunto llegó a medida que la puja avanzaba. El precio máximo llegó a los 129 euros. Aunque solo fue un lote, el pasado año el valor más elevado no pasó de los 103 y, el anterior, de 97 euros el kilo. La cotización media quedó en 62 euros porque, afirmó un mariscador, hubo muchas paradas hasta llegar al mínimo, que fue de 28 euros. La combinación de esta piña de elementos permite afirmar que se trata de uno de los mejores inicios de los últimos años.

Para empezar, supera las expectativas del sector. El patrón mayor, José Santamaría, afirmó días antes de abrirse la veda que verían aceptable un valor medio entre los 40 y los 50 euros el kilo. Ayer, acabada la subasta, no dudaba en afirmar que «estamos moi contentos polo prezo ao que puidemos vendelo».

Unos 150 profesionales se enfundaron el traje de neopreno para saltar a las rocas en busca del preciado marisco. El tope está fijado en cinco kilos por tripulante. Los compradores que acudieron a la rula tuvieron a su disposición 700 kilogramos.

Sagres y Sálvora

La recogida de crustáceo se desarrolló entre Sagres y Sálvora. Al preguntar a los percebeiros, la mayoría coincidían en afirmar que en la primera isla hay más cantidad y, en la segunda, las piezas de mayor tamaño.

Así lo comentaban Juan José y Aitor Doval, que probaron en ambas y que, para demostrar su afirmación, enseñaban la bandeja en la que habían apartado el crustáceo de mayor calibre. Afanada también clasificando las capturas estaba Concha Ramallo que, como todos, ve más sombras que claros en el desarrollo de esta campaña: «O tope caeu, pero non se ve moita cantidade». En su caso, afirma que centró todos sus esfuerzos en Sagres.

Miguel Fernández, por su parte, ponía el contrapunto de que «vese bastante cría», al tiempo que explicaba «fondeamos e só fomos a unha pedra».

En cuanto a las causas de que el percebe esté bajo mínimos, José Santamaría apunta a un cúmulo de factores. Menciona el impacto de los bateeiros en su búsqueda de mejilla y habla del reglamento que está ultimándose para poner cortapisas. También se refiere a la acción de los furtivos, de la que tienen constancia porque, asegura el patrón mayor, «vimos pedras que estaban tocadas» y cree que las condiciones ambientales también influyen.